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Olga Carreras, experta en accesibilidad digital: "La cognitiva sigue siendo la gran olvidada"

Olga Carreras, experta en accesibilidad digital.
Olga Carreras, experta en accesibilidad digital.
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Olga Carreras, experta en accesibilidad digital.

Allá por el año 2001, una empresa pidió a Olga Carreras, que por entonces se dedicaba a desarrollar páginas web, que creara un proyecto de webs accesibles. No solo se dio cuenta de que no tenía ni idea de cómo hacerlo, sino de que tampoco tenía cómo aprender.

A partir de entonces, decidió formarse e investigar por su cuenta y, a día de hoy, además de ser uno de los pocos y más expertos auditores en accesibilidad web de nuestro país, comparte todos los conocimientos adquiridos formando a otros y a través de su blog Usable y accesible, que acaba de ser finalista en los premios Discapnet.

Enhorabuena por ser finalista en los Premios Discapnet. ¿Cómo recibiste la noticia?La verdad es que fue una sorpresa, porque yo no me presenté, lo hizo mi compañera Olga Revilla, con la que he escrito el libro 'Accesibilidad de forma sencilla', así que al ver que estaba entre los finalistas, fue una sorpresa, y un orgullo, la verdad, aunque no ganara.

Fuiste finalista gracias a tu blog, Usable y Accesible, en el que publicas artículos de accesibilidad digital. ¿Por qué decidiste hacer el blog?El blog lo empecé hace 17 años, en 2007, porque entonces había muy, muy poca información sobre accesibilidad digital, sobre todo en español. Entonces, toda la información que iba encontrando sobre los temas que iba investigando, en vez de quedármelo para mí, lo ponía a disposición de todo el mundo al que le interese. A partir de ahí, he ido publicando sobre accesibilidad digital, webs, aplicaciones móviles, realidad virtual -que ahora estoy investigando-, también hago reseñas de libros, de herramientas… Lo que hago básicamente es compartir conocimiento para que haya un sitio que puedas consultar cuando estés buscando información sobre accesibilidad digital.  

Además, ‘regalas’ libros sobre accesibilidad. ¿Hace falta mucha ‘pedagogía’ todavía al respecto?Sí, tengo bastantes libros publicados y es precisamente por eso, para que haya información disponible de manera gratuita, porque es una pena que, con todas las páginas web que hay y con una legislación que obliga, todavía estemos luchando para que las webs sean accesibles, y muchas veces es por falta de formación de los diseñadores y de los desarrolladores. El objetivo es que el conocimiento esté a disposición de todos para que no pase eso. 

Te dedicas a ser auditora independiente de accesibilidad digital. ¿Cuándo empezaste con esta labor y en qué consiste tu trabajo?
Yo al principio desarrollaba páginas web, webs por las que ahora pido perdón por lo inaccesible que las hacía, jajaja. Empecé en este campo porque en el año 2001 me pidieron en un proyecto que las webs fueran accesibles, algo que no tenía ni idea de cómo hacer. Entonces empecé a formarme, pero por mi cuenta, porque no había información, tenía que hacerlo a través de páginas web de Estados Unidos… y así me fui especializando, e incluso hiper especializando, hasta que al final me hice autónoma en el año 2009 y desde entonces estoy centrada solo en esta labor.
Ahora ya no hago las webs, sino que las audito, tanto páginas web como aplicaciones móviles, porque ya hay una normativa que te dice todos los requisitos que tienen que cumplir para ser accesibles. Reviso que los cumplan, les digo los errores que tienen, cómo solucionarlos… 
Además, imparto formación en varios postgrados e estoy investigando sobre la realidad virtual para intentar llegar a tiempo en materia de accesibilidad con esta tecnología, porque corregir la accesibilidad de un portal web o de una aplicación ya hecha es mucho más costoso que si se hace accesible desde el principio.

Corregir la accesibilidad de una web o una app ya hecha es mucho más costoso que si se hace accesible desde el principio

¿Tenías alguna relación con la discapacidad antes de dedicarte a esto?
Ninguna, fue a raíz del proyecto que te comentaba. Desde entonces ya sí tengo mucha relación con muchas personas con discapacidad, que es lo realmente te abre los ojos y te ayuda a ver las necesidades que tienen en materia de accesibilidad. Ves cómo acceden, compruebas si realmente es accesible lo que has hecho y te hace ser más consciente y sensible sobre la importancia de que existan estas buenas prácticas. 

Tu labor es muy específica y especializada, ¿cuántos auditores de accesibilidad digital sois en España?
No sé exactamente, pero siempre hemos sido un grupo reducido. Cada vez hay más porque cada vez hay más opciones para formarte, porque hasta ahora era mucho de autoformación de aprender por tu cuenta. Poco a poco van saliendo posgrados, certificaciones… y vamos siendo más, pero siempre hemos sido una comunidad muy, muy reducida, casi nos conocemos todos. 

¿Son conscientes las empresas u organismos de la necesidad de la accesibilidad de sus sitios webs o todavía hay que darles un ‘empujón’?
Yo creo que cada vez se va conociendo más lo que es la accesibilidad, qué supone y cómo se tiene que trabajar, pero es cierto que hay que darles un empujón con las leyes. Por ejemplo, la administración pública después de 2018, cuando salió un Real Decreto -una transposición de una directiva europea-, la está teniendo mucho más en cuenta y sí que están trabajando ya bastante en ello.
En cuanto a las empresas privadas, también salieron el año pasado dos leyes que van a obligar en breve a que todos los portales web y aplicaciones móviles sean accesible, y por eso también empiezan ya a ponerse las pilas, pero todavía te encuentras proyectos en los que no se ha tenido nada en cuenta la accesibilidad o con empresas que pensaban que sí, pero que no están haciendo las cosas bien.

¿Y dónde encuentras más falta de accesibilidad, en empresas privadas o en instituciones públicas?En la administración se está trabajando mucho, sobre todo a raíz de un real decreto en 2018 (el Real Decreto 1112/2018), el que te comentaba que exigía desde la UE que fueran más accesibles, pues desde la UE se nos controla para que se cumplan. Existe el Observatorio de accesibilidad web que, para poder dar los informes a la Comisión Europea, solicita a cada administración pública los informes sobre el nivel de accesibilidad de sus aplicaciones, de sus webs… 
Y también tienen que dar cuenta de todas las quejas y reclamaciones que hayan recibido en materia de accesibilidad creando un apartado en cada web específico para eso, además de informar sobre todas las acciones que están haciendo para formar a sus publicadores en accesibilidad. Ese control hace que se esté trabajando mucho y, aunque este trabajo no se puede hacer de un día para otro, sí se está viendo que se está recorriendo ese camino.

En el sector privado todavía vemos que no es así. Hay empresas que están trabajando muy bien, pero general no. Espero que eso cambie ahora que ha salido el equivalente a este Real Decreto de la administración pública para el sector privado, que también va a establecer unos plazos. 
Es una pena que esto avance solo cuando la ley obliga, pero el caso es que avance a corto o medio plazo, porque al final la accesibilidad no es solo para las personas con discapacidad, sino que mejora la usabilidad para todos los usuarios y el servicio en general, y eso es una ventaja también para la empresa. 

La accesibilidad no es solo para las personas con discapacidad, sino que mejora la usabilidad para todas las personas, y eso es una ventaja también para la empresa

¿Cómo es la legislación de la que hablas? ¿A qué obliga?
Ahora mismo hay dos leyes que se publicaron en 2023. Una es una ley propia, hecha por el Gobierno español, y otra que es una transposición de una directiva europea, que no es de aplicación directa, sino que se les da un plazo para que la incluyan en su legislación. La europea, la Ley 11/2023 afecta, por ejemplo, a las entidades bancarias, los e-commerce, las empresas de transporte, las que gestionan el agua, la luz… y el plazo es 2025 para los nuevos portales y aplicaciones, y 2030 para los existentes. 
Aunque la realidad es que, con la ley en la mano, muchas de estas empresas tenían que ser accesibles desde 2008… A ver si al venir de Europa ahora sí se cumple la ley de verdad, porque, además, les pueden denunciar.
La que ha sacado el Gobierno, el Real Decreto 193/2023, tiene un alcance mucho más amplio, porque dice que tiene que ser accesibles cualquier aplicación web que ofrezca servicios y productos al público en general. 
El plazo es más laxo, hasta 2029, y para las que ya existen, 2030. Esta es una fecha que tienen que tener todas las empresas en la cabeza, porque a partir de ahí, todo tiene que ser accesible si se quiere cumplir con la normativa europea, una normativa que establece unos criterios y estándares mínimos concretos de accesibilidad. A partir de ahí, se pueden hacer más cosas, claro, solo son unos mínimos.  

Como auditora, ¿cuáles son las mayores deficiencias que te encuentran en materia de accesibilidad digital?
Hay ciertas cosas que fallan siempre, como, por ejemplo, los documentos que se tienen que descargar desde una página web (en PDF y Word), porque se suelen olvidar de que tienen que ser accesibles como el resto de la web, poderse acceder con un lector de pantalla… También se olvidan de los vídeos, que tienen que tener subtítulos, descripción, audiodescripción… y también me suelo encontrar imágenes sin una descripción para que el lector de las personas ciegas pueda leerlas, fallos en el acceso por teclado para personas que no pueden usar el ratón, colores que no tienen suficiente contraste… 
Hay muchos, pero estos son algunos errores bastante comunes y recurrentes, las cosas que más pueden costar, porque es información que se sube a la web constantemente, y que se olvidan de hacer accesible o directamente no saben cómo hacerlo. 

¿Cuál crees que es el tipo de discapacidad que se tiene menos en cuenta todavía?La cognitiva, sin duda. También han salido varias leyes para paliar esto a través de, por ejemplo, fomentar el uso de la lectura fácil, al menos en ciertos contenidos, pero cuesta mucho y siempre ha sido la gran olvidada. Y es una pena, porque no solo es útil para las personas con discapacidad también mayores, niños, extranjeros…  

Los portales son algo vivo, se están continuamente subiendo nuevas actualizaciones, contenidos… Por eso la accesibilidad no se acaba nunca

¿Qué le recomendarías a alguien que quiere formarse en auditoria digital?
En primer lugar, tiene que tener capacidad de autoformación porque, aunque cada vez haya más formación disponible, hay que estudiarse la normativa, la legislación, tienes que aprender, por ejemplo, cuáles son los productos de apoyo que utilizan las personas con discapacidad… y buscar formación ya reglada, como postgrados, que va habiendo más, libros, manuales… muchos gratuitos. También está la IAAP (Asociación Internacional de Profesionales de la Accesibilidad), que ofrece cursos con los que te puedas certificar como profesional… pero, como decía, tienen que tener cierta capacidad de autoformación.

¿Y a alguien que quiera crear una app o una web completamente accesible desde el inicio?
Lo más importante es adquirir el conocimiento dentro de la casa, hay que formar a las personas que las van a desarrollar los productos para que tengan en cuenta la accesibilidad desde el principio. Si no se hacen los desarrollos internamente, tienen que hacerlos externamente, es decir, tienen que contar con profesionales que les ayuden en el proceso.
Además, lo ideal es tener un plan de gestión de la accesibilidad dentro de la propia empresa, para que la responsabilidad no recaiga solo en los diseñadores y en los maquetadores, sino que tiene que ser vertical de arriba, a abajo, y que esté toda la organización comprometida. 
Es una mezcla de formación, sensibilidad, responsabilidad, revisiones continuas… porque los portales son algo vivo, se están continuamente subiendo nuevas actualizaciones, contenidos… Por eso la accesibilidad no se acaba nunca. 

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