El 7 de abril de 2015 fallecía en Madrid el príncipe Kardam de Bulgaria, quien llevaba ocho meses en coma por un terrible accidente de tráfico que sufrió en las proximidades de la capital.
Aunque su viuda, Míriam Ungría, ha rehecho su vida con el príncipe jordano Ghazi bin Muhammad, la española viajó a Sofía, la capital búlgara, junto a sus hijos Boris y Beltrán, para enterrar los restos de Kardam en el Palacio de Vrana, residencia oficial del antiguo monarca, donde su padre, Simeón de Bulgaria ha hecho construir un panteón familiar.
Míriam y sus hijos formaban parte del cortejo fúnebre junto a los padres de Kardam, Simeón y Margarita Gómez-Acebo, y sus cuñados Konstantin, Kiril y Kalina, que iba con su marido, Kitín y su hijo Simeón. Solo se ausentó de la ceremonia Kubrat, quien junto a su mujer, Carla Royo-Villanova estaba en la boda del alcalde de Madrid.
La ceremonia se prestó a momentos de mucha emoción al recordar al malogrado joven, que tenía 52 años en el momento de su muerte y sus hijos eran menores de edad. Hasta ahora, sus restos permanecían en el cementerio madrileño de San Isidro, en un panteón de la familia de su viuda.
Por su parte, su mujer, que permaneció durante todo el proceso de enfermedad a su lado, se ha dedicado al diseño de joyas. En septiembre de 2022 se casó con un primo del rey de Jordania, Abdalá II, en una íntima ceremonia a la que solo acudieron el rey y los hijos que tuvo con Kardam. Desde entonces, Míriam reside en Jordania.
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