Víctimas con nombre. Seis meses después de la matanza perpetrada por Hamás en el festival de música electrónica Tribe of Nova, junto a la Franja de Gaza, la venganza de Netanyahu ha causado más de 30.000 víctimas, en su mayoría menores de edad y mujeres. En este medio año de destrucción, ni el Gobierno israelí ha acabado con Hamás ni los terroristas han entregado a los rehenes en su poder. Pero el asesinato de los cooperantes de la oenegé del chef José Andrés ha puesto nombre a las víctimas y, como suele pasar cuando la muerte deja de ser anónima, algo parece cambiar. Israel anuncia que retira sus tropas del sur de la Franja y Biden presiona para que se abran no solo corredores humanitarios, también vías de posible entendimiento para el final de la sinrazón.
OPINIÓN08.04.2024 - 03:43h
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