La portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, podría enfrentarse a una suspensión de sueldo como diputada regional de 15 días de duración por el 'voto fantasma' que se emitió durante el primer pleno del mes de febrero. La Mesa de la Cámara abrió un expediente a la líder del partido que preside Santiago Abascal para investigar las circunstancias de este hecho y la instructora del mismo, una parlamentaria del PP, ha concluido el procedimiento proponiendo la citada sanción, la mínima prevista en el reglamento.
Será la Mesa, el órgano de gobierno de la Asamblea, la que este viernes decidirá si adopta la sanción propuesta. "Deberá aprobarse, o no", han señalado desde Vox, que habla de una injerencia del Gobierno regional en la labor del legislativo. Además, desde el partido han avanzado que si sancionan a Monasterio pedirán la dimisión de Enrique Ossorio, el presidente del parlamento regional, por un trato arbitrario.
En concreto, estas fuentes han señalado que en el pleno del 14 de septiembre de 2023, el primero ordinario de la legislatura, el consejero de Digitalización, Miguel López-Valverde, votó hasta en cuatro ocasiones desde el escaño que tenía al lado, el asignado al responsable de Educación, Emilio Viciana, que en ese momento no se encontraba en el hemiciclo. En el sistema de votación de esa sesión, los cuatro votos constan emitidos por Viciana, cuando este no tiene la condición de diputado y no puede ejercer este derecho. En cambio, no hay ningún registro asociado a los pronunciamientos de López-Valverde y por estos hechos no se abrió ningún expediente sancionador al consejero de Isabel Díaz Ayuso.
Esto es algo que en el seno de Vox consideran grave e inaceptable, además de un ejemplo de "trato discriminatorio y arbitrario", por eso desde la formación, además de esa petición de dimisión de Ossorio, están dispuestos a recurrir la sanción a su portavoz, si finalmente adquiere firmeza, e incluso de llevarla a los tribunales una vez agotada la vía administrativa.
Fuentes parlamentarias, por su parte, han reconocido la discrepancia en las votaciones que señala Vox, pero a la vez han señalado que el partido trata de "equiparar dos situaciones que no son iguales". Estas fuentes han apuntado que el pleno al que se refiere Vox fue el primero tras el verano y se produjo "un error en la asignación de escaños" por parte de los servicios de la Cámara, que designaron "incorrectamente" los escaños de los consejeros Emilio Viciana y Miguel López-Valverde.
"López-Valverde emitió su voto desde el escaño de Viciana, que por el error citado anteriormente, es el que estaba activado", han aclarado para añadir que el grupo parlamentario del PP obtuvo en las cuatro iniciativas "los votos que le correspondían", mientras que en el caso de la portavoz de Vox, se emitieron dos sufragios. El grupo Vox sumó un voto más de los parlamentarios con los que contaba en ese pleno y la portavoz, han agregado, "no alertó" acerca de ninguna incidencia en la votación, mientras que con los votos emitidos por López-Argüeso, "el consejero de Presidencia comunicó al presidente de la Cámara, delante de todos los diputados, el error, y el presidente lo explicó al pleno, que aceptó por asentamiento el resultado de las votaciones".
Injerencia de Ayuso
Desde el partido de Monasterio se insiste en que ha habido una injerencia de la presidenta en este asunto, "vulnerando así la separación de poderes" para sancionar a su portavoz, otrora socia prioritaria de la propia Díaz Ayuso. Para Vox, este expediente busca "condenar a Rocío Monasterio por intentar apagar un escaño que nunca debería haber funcionado por no corresponder a nadie".
"No nos cabe duda de que es una operación lanzada por el Gobierno de Ayuso para tapar los escándalos que rodean a la presidenta", han insistido, para añadir, como ya han venido manteniendo en los últimos meses, que de confirmarse esta sería una "sanción injusta".
Los hechos de la discordia
En la sesión plenaria del pasado 1 de febrero, Vox contaba con un diputado menos por la renuncia de José Luis Ruiz Bartolomé y la imposibilidad por tiempos de que un nuevo parlamentario tomara posesión del acta que dejó vacante. Fue en el turno de votación de una enmienda a la totalidad de Más Madrid a la ley de Economía Circular del Gobierno de Ayuso cuando las cámaras captaron a Rocío Monasterio tocar los botones tanto de su escaño como del que está inmediatamente situado junto a este y que hasta ese día había ocupado Ruiz Bartolomé.
Desde Vox defendieron que el panel de votación del asiento debía estar deshabilitado pero, tras lo sucedido, la Mesa de la Asamblea, que preside Enrique Ossorio (PP), ordenaba la apertura de una investigación que correría al cargo de la diputada también del grupo de los 'populares', Mercedes Zarzalejo, doctora en Derecho.
De acuerdo con el Reglamento de Asamblea, Monasterio se enfrentaba a una posible suspensión de sus derechos como diputada de entre 15 y 30 días, con la pérdida de derechos como el sueldo, pero también la inhabilitación y la pérdida de sus funciones de representación.
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