Claves

Así es Bancroft Global, la organización de EEUU que busca disputar a Wagner la hegemonía de fuerzas mercenarias en África

Bancroft Global y su presencia en la República Centroafricana
Bancroft Global y su presencia en la República Centroafricana
Carlos Gámez
Bancroft Global y su presencia en la República Centroafricana

La guerras de hoy no son las de nuestros antepasados. En este siglo XXI, las grandes potencias han sabido no ya combatir en conflictos locales para no enfrentarse abiertamente entre ellas, sino que han logrado que las guerras locales no lo parezcan y tomen forma más inconcreta —mezcla de crisis, enfrentamiento de facciones y terrorismo—, pero no una guerra al uso.

Ahora se da un paso más: que las guerras no las libren las naciones, o sea, sus ejércitos, sino milicias privadas. Lo hemos visto en la invasión rusa de Ucrania con Wagner. Este grupo de mercenarios fue fundado a mediados de la pasada década en Rusia y en apoyo de Vladimir Putin han intervenido en la toma de Crimea y el Donbás ucranianos.

La guerra de Ucrania es el conflicto que más popularidad ha dado a los Wagner, pero en realidad sus mercenarios llevan años vendiéndose para batallas a lo largo de todo el planeta. Han disparado en el conflicto interno de Sudán, en la segunda guerra civil de la República Centroafricana, en la guerra civil de Siria y en Mozambique. Además, se cree que también han estado en Mali, Venezuela o en Libia, apoyando al general Jalifa Haftar, en el Alto Karabaj o en Haití.

Wagner tropieza con Bancroft

En uno de esos países, el Grupo Wagner se ha encontrado algo parecido a su némesis. En República Centroafricana, los mercenarios "rusos" tienen una presencia constante y consentida por el Gobierno local desde hace unos siete años. Ahora, allí ha aparecido también la empresa Bancroft Global, que es estadounidense.

El presidente ruso, Vladimir Putin (derecha), estrechando la mano del presidente de la República Centroafricana (RCA), Faustin-Archange Touadera, durante una foto familiar con los jefes de las delegaciones y los participantes de la Segunda Cumbre 'Rusia-África'.
El presidente ruso, Vladimir Putin (derecha), estrechando la mano del presidente de la República Centroafricana (RCA), Faustin-Archange Touadera, durante una foto familiar con los jefes de las delegaciones y los participantes de la Segunda Cumbre 'Rusia-África'.
EFE

Fue fundada por Michael Stock en 1999 como una empresa de limpieza de minas terrestres. Luego se transformó en un contratista privado de seguridad que empleaba mercenarios. Con sede en Washington, D.C., la organización tiene en realidad dos cabezas. Bancroft Global Development es una consultora de seguridad sin ánimo de lucro, casi una ONG, y Bancroft Global Investments, creada en 2011, es una empresa que opera en paralelo. Su logo es la cabeza dorada de un león sobre un doble círculo azul.

Bancroft, un león de dos cabezas

Por esa bicefalia, Bancroft Global Development puede decir que su misión "es ofrecer soluciones permanentes a los daños económicos, medioambientales y sociales causados por los conflictos armados y los peligrosos restos de guerra". En la práctica, sus objetivos —aseguran— "requieren a menudo desmilitarizar la sociedad civil como condición previa necesaria para las iniciativas de desarrollo de capacidades".

Y es así como Bancroft dice aplicar "enfoques polifacéticos para retirar las armas militares o improvisadas de la población civil y reducir la influencia de los grupos armados no oficiales, al tiempo que fomenta la capacidad de las instituciones locales para proporcionar una gobernanza eficaz y prestar servicios sociales esenciales". Oficialmente, según la propia empresa, Bancroft tiene presencia en Afganistán, Kenia, Libia, Suiza, Uganda y Emiratos Árabes Unidos.

Bancroft dice aplicar "enfoques polifacéticos para retirar las armas militares o improvisadas de la población civil y reducir la influencia de los grupos armados no oficiales"

En la práctica, Bancroft ofrece servicios de desminado, desactivación de artefactos explosivos, investigaciones policiales, gestión de emergencias, seguridad aeroportuaria e ingeniería de combate y apoyo operativo. Su actividad se ha centrado especialmente en Somalia, pero han intervenido, resumen en su web, en: Afganistán, Angola, Bosnia, Birmania, Burundi, Chad, Colombia, Croacia, Egipto, Gaza, Irán, Irak, Líbano, Mauritania, Malí, Níger, Perú, Pakistán, Somalia, Sri Lanka, Sudán, Siria, Tailandia, Uganda, Sáhara Occidental y Yemen.

Somalia, territorio Bancroft

  • El de Somalia es un conflicto que dura ya más de 30 años. Allí, Bancroft proporciona capacitación al Ejército Nacional Somalí y a los miembros de la Misión de la Unión Africana en Somalia, incluidas las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Uganda y las Fuerzas de Defensa Nacional de Burundi. La organización también ayuda al desarrollo de la Policía somalí y de los fiscales del gobierno. Se da la circunstancia de que Bancroft ha colaborado incluso con el trabajo en Somalia de ONG como Smile Train.

Uno de los países más pobres del mundo

El presidente de República Centroafricana, Faustin Archange Touadera
El presidente de República Centroafricana, Faustin Archange Touadera
Mohamed Khidir

Con 5,5 millones de habitantes, República Centroafricana es uno de los países más pobres e inestables del mundo: ocupa el puesto 188 de 191 en el Índice de Desarrollo Humano. En 2013 hubo un golpe de Estado (otro más). El conflicto entre milicias cristianas y musulmanas que se desencadenó "dio lugar al colapso de la infraestructura socioeconómica, de modo que los servicios sociales básicos son inexistentes", según describe el Comité Internacional de la Cruz Roja.

En 2016, a raíz de un estallido de violencia en la capital, Bangui, miles de personas se vieron forzadas a huir hacia la vecina República Democrática del Congo. Otra crisis similar se produjo en abril de 2018.

En diciembre de 2020, República Centroafricana celebró unas elecciones que nada resolvieron. Ganó el que ya era presidente Faustin Archange-Touadéra, mientras que François Bozizé, que lo fue entre 2003 y 2013, fue excluido de la convocatoria. Pocos días después, una coalición de fuerzas rebeldes comenzó a enfrentarse al Ejército del país, reforzado por fuerzas de Naciones Unidas y mercenarios rusos (los Wagner).

Un enorme pastel de oro y diamantes

¿Por qué Rusia, a través de los Wagner, apoyaba a Touadéra? Pues para acceder a sus recursos, básicamente oro y diamantes. De hecho, dos empresas vinculadas a Wagner y a su fundador Yevgeny Prigozhin (líder del grupo hasta su muerte en agosto de 2023) obtuvieron las concesiones para su extracción. Pero todo debía hacerse sin luz ni taquígrafos. En 2018 tres periodistas rusos que investigaban la presencia de los mercenarios rusos en ese país africano fueron asesinados.

Pero muchos otros quieren su pedazo del pastel dorado y brillante de República Centroafricana. Cuenta El País que el aviso lo dio el propio portavoz del presidente Touadéra en una entrevista radiofónica en diciembre: "EE UU también ofrece […] entrenar a soldados, tanto en suelo centroafricano como en suelo americano". Luego, Bancroft admitió la existencia desde julio de un "marco de discusión" para su futura presencia en el país.

Yevgeny Prigozhin, junto a un alto funcionario de la República Centroafricana (RCA).
Yevgeny Prigozhin, junto a un alto funcionario de la República Centroafricana (RCA).
Grupo Wagner

Desde entonces, Jeune Afrique y Radio France Internationale han informado de que la compañía ya habría enviado algunos trabajadores al país africano. Efectivamente, en las concentraciones del pasado mes enero se tuvo noticia de un símbolo gráfico hasta entonces nunca visto: la cabeza dorada de un león... el logotipo de Bancroft.

Washington dice que ellos nada tienen que ver. Tanto el Departamento de Estado como la embajadora estadounidense en República Centroafricana han insistido en que no guarda relación con la decisión de Bancroft; que se trata de una sociedad privada y que no representa al Gobierno de EE UU.

¿Y cómo se financia Bancroft?

Bancroft, ya vimos, tiene dos cabezas. Por eso entre 2013 y 2018, la mayor parte de la financiación de Bancroft Global Development (la que no tiene ánimo de lucro) procedió de las Naciones Unidas y del Departamento de Estado de EE UU, según Guidestar.org (servicio especializado en informar sobre empresas sin ánimo de lucro).

En 2021, las finanzas de la organización se pusieron en tela de juicio cuando el Inspector General del Departamento de Estado encontrara 4,1 millones de dólares de gastos no autorizados por Bancroft, incluidos 3,78 millones de dólares en "compensación de incentivos" para empleados, informó The New York Times. Sin embargo, el Departamento de Estado acabó por no tomar ninguna medida contra Bancroft.

La compañía no lo niega. En el apartado de su web sobre financiación, se lee que su mayor contribuyente es el Departamento de Estado de EE UU. Cuenta El País que en el registro de las compras públicas hechas por organismos de la ONU aparecen decenas de asientos sobre arrendamientos de propiedades de Bancroft firmados por su misión en Somalia.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento