Las personas zurdas representan aproximadamente entre el 10 y 15% de la población mundial y, según un estudio publicado este martes en Nature Communication, también tienen tres veces más posibilidades que las diestras de padecer variaciones genéticas en una parte del ADN que da forma a las neuronas. Esta mutación es poco común, pero los científicos sostienen que es determinante en la elección de la mano útil que el humano vaya a utilizar el resto de su vida. 

La investigación se ha realizado con la participación de más de 350.000 ciudadanos (38.043 zurdos y 313.271 diestros) del biobanco del Reino Unido en busca de "variantes genéticas raras". Gracias a ellos, han podido confirmar que el gen, llamado TUbb4B, produce proteínas distintas de las habituales y que estas modificaciones son las que aumentan la probabilidad de que una persona sea zurda, antes que diestra.

Otros estudios anteriores ya encontraron variantes genéticas comunes asociadas, pero aún no está claro cómo intervienen estos genes en la lateralidad, la preferencia espontánea en el uso de los órganos del lado derecho o izquierdo. El trabajo sugiere que el TUbb4B tiene 2,7 veces más probabilidades de contener variantes "raras" en las personas zurdas, pero la heredabilidad de la zurdera por dichas mutaciones tan poco frecuentes ha resultado ser baja, inferior al 1%.

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Familias de zurdos

Las investigaciones sugieren que la lateralidad, es decir, la preferencia por una mano u otra, tiene un componente genético. Estudios realizados anteriormente en gemelos y familias han demostrado que las personas zurdas tienen una mayor probabilidad de tener familiares zurdos que las personas diestras. Por ello, se han identificado varios genes que podrían estar asociados con la lateralidad, pero no se sabe con certeza cuál de ellos es el responsable.

Además de los factores genéticos, también se cree que los factores ambientales pueden influir en la lateralidad. Por ejemplo, si un menor crece en un entorno donde la mayoría de las personas son diestras, es más probable que se vuelva diestro. Esto se debe a que el niño estará expuesto a más modelos diestros y tendrá más oportunidades de practicar el uso de su mano derecha.