La Red de Investigación de Bólidos y Meteoritos (SPMN, por sus siglas en inglés) del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC) ha descartado que el bólido que cruzó el este de la península la noche del viernes al sábado sea un misil balístico, como se creía en un principio, y se apunta a la reentrada de un objeto artificial en la atmósfera terrestre.

Tal y como ha difundido el CSIC en un comunicado, la SPMN ha descartado que se tratara de un misil militar, después de que un equipo de investigadores del ICE-CSIC haya analizado con detalle las imágenes y mediciones tomadas del bólido. 

"Los datos preliminares obtenidos hasta el momento nos hacen decantarnos porque el bólido fuese producido por la reentrada de un objeto artificial en órbita terrestre", como un satélite o el resto de un cohete espacial, dijo Josep María Trigo, del ICE y coordinador de la SPMN.

"Las reentradas son cada vez más frecuentes", dijo Trigo, que añadió que "medidas precisas de la velocidad del objeto durante la ablación en la atmósfera nos permitirán dilucidar su naturaleza concreta y, particularmente, si pudiese tratarse de un bólido rozador más inusual".

El bólido sobrevoló la noche del viernes el este peninsular hasta perderse en el mar Mediterráneo, según indicó este sábado por la mañana la SPMN en una primera comunicación. 

El bólido, denominado por el ICE-CSIC como SPMN290324ART, sobrevoló el espacio español a las 23:59 horas y fue grabado y fotografiado por numerosos aficionados a la astronomía.

Uno de ellos fue Cèsar Guasch, un aficionado que colabora con la Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos y que reside en Sant Mateu (Castellón).

El viernes por la noche grabó con varias de sus cámaras cerca de cincuenta segundos del paso del bólido artificial.

Guasch ha explicado este sábado que en su casa, una de las estaciones de vídeo detección, tiene siete u ocho cámaras con las que pudo grabar segundos antes de las doce de la noche el paso del bólido, y ha indicado que fue alertado de su avistamiento por otros compañeros de la red, entre ellos uno de Benicàssim (Castellón).

Según ha explicado, la cámara situada en el este grabó alrededor de 28 segundos del paso del bólido y la del sureste otros 20 segundos, aunque solapados unos con otros, por lo que considera que lo grabado podría llegar a los 50 segundos.