Asier Mardones y Josune Oña, matrimonio de presos de ETA en la cárcel de Zaballa, en Álava, comparten celda de 13 metros cuadrados desde hace un mes en un módulo mixto de la prisión donde está permitida la cohabitación de hombres y mujeres, según ha adelantado El Correo.
La prisión, gestionada por el Gobierno del País Vasco, estrena con este matrimonio una fórmula que permite cohabitar a reos de distinto sexo y comprometidos sentimentalmente, asegura el citado medio.
Según El Correo, fueron Mardones y Oña, de Barakaldo y nacidos en 1979 y 1976, respectivamente, quienes solicitaron su reagrupación en base a su situación sentimental. Al parecer ya eran pareja a principios de los 2000, cuando trataron de reconstituir el comando Bizkaia y emboscaron a una patrulla de la Ertzaintza en el puerto alavés de Herrera.
Mardones fue condenado a 25 años por los delitos de lesiones, asociación ilícita, falsificación de documento público, tenencia ilícita de armas, estragos, incendios y daños. Oña recibió una pena similar por colaboración con banda armada, atentado y falsificación de documento. Llevan presos desde 2004 y han coincidido en tres prisiones.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha pedido conocer cuántos presos de la banda terrorista ETA tienen un permiso para cohabitar con sus parejas en las cárceles vascas, después de que el Gobierno del País Vasco haya avalado a este matrimonio de reos de Álava.
"Esta noticia ha producido una profunda consternación e indignación en el colectivo de víctimas del terrorismo, por lo que nos urge conocer si la información publicada es cierta", se lee en el escrito de la AVT, dirigido a la viceconsejera de Justicia del Gobierno vasco, Ana Agirre Zurutuza.
En caso afirmativo, la AVT ha exigido conocer cuántos presos de ETA se encuentran en la misma situación y cuántos internos que no pertenecen o han pertenecido a la banda terrorista "disfrutan de los mismos privilegios". Además, ha pedido saber "cuál es la base legal" de esta medida, ya que "en el modelo estatal no está previsto".
Euskadi es responsable de la gestión de las infraestructuras penitenciarias desde octubre de 2021, después de que la competencia fuera traspasada por el Gobierno de España en base al Estatuto de Gernika. La decisión no estuvo exenta de recelos por la política penitenciaria aplicable entonces ahora hacia los presos de ETA, así como por las quejas de los funcionarios, temerosos del estatus que podrían tener al dejar de depender de la administración central.
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