Ocurre todos los días, varias veces al día, frente a las costas de Cádiz. Una escena de altísima tensión se vivió en una persecución del Servicio Marítimo de la Guardia Civil a unos narcotraficantes en aguas del Estrecho de Gibraltar, entre la Línea de la Concepción y San Roque, inmortalizada en estas imágenes.
La embarcación huía de los agentes a toda velocidad mientras los efectivos gritaban a la narcolancha para que frenase. "¡Para, para! ¿Me oyes? ¡Que te doy!", exclamaba uno de los guardias civiles que se jugaba la vida avanzando rápidamente hacia la narcolancha a punta de pistola.
Después de varias millas de persecución, los delincuentes detuvieron la lancha, vieron entrar a los agentes en ella, se tumbaron en la proa y se dejaron esposar, mientras llegaban los refuerzos. Es algo inusual, según los miembros del servicio marítimo, que explican que los narcotraficantes suelen utilizar la técnica del 'hombre al agua' para que los demás puedan huir mientras los guardias civiles se lanzan al rescate del 'cebo' para su posterior detención.
El Instituto Armado denuncia estas arriesgadas situaciones se viven todos los días y piden más medios para poder hacerle frente a esta temeridad con más garantías, al tiempo que exigen penas más altas para el narcotráfico. Quieren ponerle fin, dicen, a "una guerra en el mar".
Un suceso similar con trágicas consecuencias ocurrió en febrero cuando dos guardias civiles del servicio marítimo murieron arrollados por una narcolancha de 14 metros en pleno operativo en aguas del Estrecho de Gibraltar, frente a la costa de Barbate.
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