La Comisión Europea cree que España debe hacer "más esfuerzos" para reducir sus elevados niveles de deuda pública. Pese a que se ha logrado un progreso sustancial en la última década, Bruselas reclama al Gobierno que despliegue "medidas de consolidación presupuestaria" adicionales —es decir, ajustes— a las que ya se han adaptado para lograr una posición presupuestaria más saneada y sostenible. Además, la Comisión cree que España podía haber hecho más para reducir el déficit y la deuda en los últimos años. En la misma línea, señalan que la revalorización de las pensiones con el IPC supone un "riesgo adicional" para la sostenibilidad de las finanzas públicas del país.
Así se recoge en un informe publicado este lunes por la Comisión Europea en la que los economistas de la institución hacen un análisis pormenorizado de la situación económica del país y las vulnerabilidades que enfrenta. El documento se publica en el marco de los países que presentan desequilibrios macroeconómicos, como es el caso de España que registra la cuarta ratio de deuda más elevada de los Veintisiete (110% del PIB), solo por detrás de Grecia, Italia y Francia. La Comisión ha publicado también este lunes evaluaciones sobre Chipre, Países Bajos, Rumanía, Eslovenia y Suecia y en las próximas semanas lo hará también con Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Italia y Portugal.
El análisis de la situación que la Comisión realiza sobre España es duro. Bruselas reconoce que España ha adoptado algunas medidas en su plan de recuperación que afectan al gasto y los ingresos públicos y que contribuirán a seguir reduciendo las ratios de deuda y déficit público. Sin embargo, ven necesarios más ajustes para aplacar un déficit que en los próximos años oscilará ligeramente por encima del 3% del PIB, el límite máximo que permiten las reglas fiscales europeas.
Sin embargo, Bruselas cree que España podría haber hecho más para mejorar su situación. "La acción política para reducir significativamente el elevado nivel de deuda pública y el déficit estructural ha sido limitado en el pasado reciente y hace falta un esfuerzo de consolidación adicional", sostiene el documento. La comisión atribuye la reducción de la ratio de deuda sobre el PIB al "robusto" crecimiento económico. No obstante, creen que a futuro este efecto será limitado, ya que se espera que el déficit siga siendo elevado a medio plazo, lo que seguirá aumentando el tamaño de la deuda.
En consecuencia, Bruselas reclama una reducción "clara" del déficit estructural —la diferencia entre lo que ingresa y gastan las administraciones públicas del país, más allá del momento del ciclo económico— para asegurar que la deuda se reduce claramente a medio y largo plazo.
Además, el contexto para el ajuste no es el más propicio. En el futuro, España tendrá que hacer frente a un mayor gasto ligado al envejecimiento de la población tanto en pensiones como en sanidad o cuidados. En este sentido, Bruselas destaca que la revalorización de las pensiones con el IPC "supone un riesgo adicional para la sostenibilidad fiscal en el futuro", aunque se han adoptado medidas para compensar parte de este incremento del gasto potencial.
En el lado de los ingresos, la Comisión señala que la elevada inflación y el fuerte tirón de la economía han aumentado los recursos. También han contribuido los impuestos temporales a banca y energéticas y el gravamen de "solidaridad" a las grandes fortunas.
No obstante, la comisión sostiene que hay margen para mayor "ambición" en cuanto a políticas para conseguir más ingresos. Sobre todo si se tiene en cuenta que el reciente repunte de los recursos ha sido, en su mayor parte, de carácter temporal. Entre estas medidas, la Comisión plantea simplificar el sistema del IVA y revisar los beneficios fiscales.
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