España redujo su déficit 10.800 millones en 2023, pero la Seguridad Social empeoró sus resultados tras la subida de las pensiones

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
JAVIER LIZÓN / EFE
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

España cerró 2023 con un desequilibrio entre lo que ingresa su sector público y lo que gasta de 53.556 millones. O lo que es lo mismo, un déficit público del 3,67% sobre el PIB. Una cifra que supone una reducción de 10.800 millones de euros respecto al cierre de 2022 y que ha sido posible gracias a un nuevo año de recaudación tributaria de récord y al menor gasto que ha realizado el Estado en medidas de apoyo anticrisis en comparación con 2022. La situación fiscal mejoró en todos los niveles de la administración salvo en la Seguridad Social, donde los gastos —impulsados por la revalorización de las pensiones, que subieron casi un 8,5%— superaron los ingresos y añadieron 2.315 millones de déficit.

Estas son dos de las grandes conclusiones que deja el informe de ejecución presupuestaria de las administraciones públicas que ha difundido este jueves el Ministerio de Hacienda. El miércoles el presidente del Gobierno ya había adelantado que el déficit público se redujo de un 4,8% en 2022 hasta un 3,7% el año pasado. Y este jueves, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha ampliado los detalles de cómo se ha producido esta reducción.

"La receta 'austericida' que aplican los gobiernos de derechas durante las crisis es absolutamente errónea", ha señalado la vicepresidenta, quien ha añadido que las cifras presentadas este jueves prueban que es compatible reducir el déficit y a la vez reforzar el Estado del bienestar. Además, la también ministra de Hacienda ha incidido en que la buena marcha de la economía permitirá a España reducir el déficit público también en 2024 "sin aplicar recortes ni subir impuestos".  Una posibilidad que organismos como el Banco de España o la Airef han cuestionado en sus informes. Montero, eso sí, ha abierto la puerta a revisar gastos "menos críticos" y a "maximizar el rendimiento del dinero público".

De hecho, Montero ha argumentado que si no hubieran estado en marcha las medidas anticrisis en 2023 —cuyo importe cifra en unos 16.000 millones de euros— España habría sido capaz de llevar el desequilibrio en sus cuentas al 2,5% del PIB. Una cifra inferior a la que se registró en 2019, último ejercicio fiscal sin que estuviera la pandemia de por medio. 

El grueso de la caída del déficit se produjo en la administración central, que redujo su diferencia entre ingreso y gasto en más de 10.000 millones. En términos de PIB, que es la métrica preferida en el análisis fiscal, hablamos de una bajada desde el 3,06% de 2022 al 2,11% en 2023. Según ha explicado Montero, el 90% de la caída del déficit de todo el país se debió a la mejoría de las finanzas del Estado central. Esto fue posible gracias a un incremento de la recaudación del 4,1% y a que los gastos solo aumentaron un 0,5%.

Por su parte, las comunidades autónomas cerraron con un déficit del 0,9% sobre el PIB, apenas dos décimas menos de los resultados obtenidos en 2022 y tres décimas por encima del objetivo que el Gobierno había fijado para este subsector. En euros, el déficit se situó en 13.254 millones, La cifra que equivale a 13.254 millones de euros, 1.865 millones menos que el ejercicio de 2022. Los ingresos autonómicos repuntaron un 5,8% el año pasado, frente a un incremento de los gastos del 4,6%.

Los ayuntamientos fueron capaces de cerrar el ejercicio prácticamente en una situación de equilibrio, con un déficit de apenas 282 millones de euros, que en términos de PIB es un 0%. En este caso, los ingresos crecieron un 6,7%, mientras que los gastos lo hicieron un 6,4%. 

El único subsector que empeoró su situación fiscal en 2023 fue la Seguridad Social, donde el déficit creció del 0,44% en 2022 al 0,56% del PIB el año pasado. Pese al fuerte incremento en los ingresos por cotizaciones, que crecieron un 9,3% aportando 19.371 millones de euros más. No obstante, los gastos aumentaron un 10,1%, en buena parte por la revalorización de las pensiones casi un 8,5% debido al fuerte alza de precios del año anterior.

Nuevo récord de ingresos

En lo que respecta a los ingresos, el tirón de la recaudación se vio tanto en el Estado central como en las comunidades y ayuntamientos. España cerró 2023 con unos ingresos tributarios de 271.935 millones, un nuevo récord. De ellos, tres de cada cuatro euros procedieron de los ingresos de IRPF (120.280 millones) e IVA (83.909 millones). La recaudación se incrementó en un 6,4% en todos los niveles de la administración, lo que supuso un balón de oxígeno de 16.472 millones de euros de ingresos adicionales. 

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