Aunque en las últimas semanas ha estado desaparecida de las redes sociales debido a la "crisis" que atravesaba, Anna Ferrer Padilla ha reaparecido ante sus más de 800.000 seguidores para compartir el paso definitivo que ha dado en su relación con su novio, Mario Cristóbal.
Y es que, tras un año y medio de intenso noviazgo, la hija de Paz Padilla ha tomado la determinación de irse a vivir junto a su pareja y empezar a compartir piso. Una decisión que llega tan solo unos meses después de que la empresaria adquiriera su primera vivienda en propiedad.
Se trata, en este sentido, de una casa valorada en más de medio millón de euros -según Telecinco-, pero que, sin embargo, la influencer quiso reformar íntegramente hace unos meses. Ahora, con el fin de las obras y después de haberla decorado a su gusto, la enamorada pareja se ha mudado a su nuevo hogar.
"Me muero de ganas de esta nueva aventura juntos", asegura Anna, emocionada, en su última publicación de Instagram, acompañando al texto con una tierna fotografía en la que la hija de la cómica gaditana y su novio posan abrazados desde el salón de su apartamento de Madrid.
Una estampa que, por otra parte, no ha pasado desapercibida para muchos de sus seguidores, quienes han comenzado a especular sobre el posible embarazo de su primer hijo por la manera en la que Mario rodea con sus brazos su cuerpo.
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