El presidente de Murcia se viste de emperador romano y conduce una cuadriga en una procesión de Semana Santa

El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, durante su participación este viernes en los desfiles bíblico pasionales de la Semana Santa de Lorca (Murcia).
El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, durante su participación este viernes en los desfiles bíblico pasionales de la Semana Santa de Lorca (Murcia).
EFE
El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, durante su participación este viernes en los desfiles bíblico pasionales de la Semana Santa de Lorca (Murcia).

El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, ha sorprendido esta noche de Viernes de Dolores encarnando al emperador romano Teodosio durante los desfiles bíblico pasionales de la Semana Santa de Lorca.

López Miras procesionaba sobre una cuadriga a galope del Paso Blanco, vistiendo el manto de Teodosio I el Grande, emperador que gobernó a la vez la mitad occidental y la oriental del Imperio romano, imponiendo en ambas partes el cristianismo como religión.

Es habitual ver al presidente el Jueves Santo portando al Santísimo Cristo del Rescate, ya que es portapasos de esta imagen desde hace 21 años, o vestido de hebreo el Domingo de Ramos, pero este viernes ha sorprendido a lorquinos y visitantes al procesionar guiando una cuadriga, uno de los emblemas de la Semana Santa lorquina.

La Semana Santa de Lorca fue declarada como fiesta de Interés Turístico Internacional en 2007. Actualmente se trabaja intensamente en la candidatura a ser preseleccionada para la declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

López Miras, sonriente sobre su cuadriga.
López Miras, sonriente sobre su cuadriga.
EFE

Al margen de la existencia de procesiones religiosas al modo tradicional, son los Desfiles Bíblicos Pasionales los que hacen característica a la Semana Santa de Lorca, con representaciones del Antiguo Testamento o de la simbología cristiana o con la participación de caballos y carros, así como carrozas de enormes dimensiones.

Los bordados en seda son también una característica destacada de los cortejos lorquinos, marcados por una extraordinaria rivalidad entre dos de sus cofradías o pasos, el Azul y el Blanco.

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