El PSC prepara una campaña en Cataluña que ignore al independentismo y venda gestión como contrapeso a Puigdemont

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer secretario del PSC, Salvador Illa, intervienen en la clausura del XV Congreso de los socialistas catalanes, celebrado el fin de semana en Barcelona.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer secretario del PSC, Salvador Illa, en la clausura del XV Congreso de los socialistas catalanes.
EFE / Quique García
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer secretario del PSC, Salvador Illa, intervienen en la clausura del XV Congreso de los socialistas catalanes, celebrado el fin de semana en Barcelona.

Pasar la página del independentismo es el objetivo de la campaña de Salvador Illa en las elecciones del 12 de mayo. En ello centrará el PSOE todos sus esfuerzos durante las próximas semanas, lo que ya avanzó el propio presidente del Gobierno desde Bruselas, aludiendo a un tiempo nuevo, "distinto", y situando al independentismo en el pasado. Al menos es lo que quieren los socialistas para una precampaña y campaña que, sin embargo, estará muy marcada por la fase final de la tramitación de la amnistía y los pactos de Pedro Sánchez con sus socios independentistas de Junts y ERC.

Los socialistas pretenden contraponer su modelo con el de Junts, pocas horas después de que Carles Puigdemont anunciase su candidatura, y metiendo a los postconvergentes y ERC en el mismo saco para exhibir al PSOE como única opción de futuro. Ahora será la gestión de los servicios públicos, la sanidad, la educación o la sequía lo que ocupe el eje central de su campaña, explican desde Ferraz.

Aunque la ley de amnistía ha nutrido el debate político de los últimos meses, la norma ya se enfrenta a sus últimos coletazos en el Senado, donde el PP dilatará todo los trámites -aunque no más de dos meses- antes de su vuelta al Congreso, donde se aprobará definitivamente. Para el PSOE, este será un motivo más para intentar ponerle "punto y final" al procés, que se remonta a hace más de una década y se ha mostrado "inservible", dicen ahora. Eso sí, la siguiente fase será la de la aplicación de la norma.

Dan por hecho en el PSOE que ganarán las elecciones catalanas, con números incluso superiores a lo que indican las encuestas. En concreto, Pedro Sánchez se refirió este viernes a la del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat, que otorga al PSC entre 35 y 42 escaños. La mera victoria no se traduce por sí misma en un Gobierno, de eso son conscientes, pero evitan hablar de escenarios posteriores.

Lo que no contempla la citada encuesta es la candidatura de Carles Puigdemont -se realizó a principios de marzo-, que podría movilizar al electorado independentista. El PSOE cree que esto no le afectaría negativamente y que, de hecho, podría ir en su beneficio al resaltar las diferencias con su modelo. Precisamente, el expresident anunció su candidatura en una rueda de prensa en la que aprovechó para lanzar un órdago a ERC: ir en una lista unitaria. Los republicanos no tardaron en rechazarla, por lo que ERC y Junts irán por separado, según lo previsto.

 Y no serán las únicas opciones independentistas que se presenten el 12M, también estará la CUP, Alhora -el nuevo partido de Clara Ponsatí, ahora enemistada con Puigdemont-, y la extrema derecha de la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols. Se trata de una fragmentación que los socialistas creen que puede jugar en su favor, aunque no quieren entrar a valorar cómo esos resultados podrían afectar a la gobernabilidad en lo que resta de legislatura. 

De momento, el Gobierno ya asumió que este año no habrá Presupuestos y se centra directamente en las cuentas públicas para 2025. También se ha suspendido la mesa de diálogo entre el Ejecutivo y la Generalitat, así como las negociaciones entre el PSOE y Junts. Todo ello, menos las cuentas de 2024, se retomará una vez pasen las elecciones europeas, que se celebran en junio, y es en lo que se centran los socialistas, en el día después.

Vender gestión en Cataluña y en Euskadi

Hay otra conclusión que el PSOE ha sacado en claro del último barómetro de la Generalitat para el 12M. Y es que la sequía y el cambio climático han irrumpido como las principales preocupaciones de los catalanes, algo que no se veía desde 2008, cuando la comunidad también registró un fuerte episodio de falta de agua.

En este sentido, intentarán trasladar en forma de propuestas electorales la solución para esta problemática. Harán lo propio con la gestión de la sanidad, la educación y los servicios públicos en general, una estrategia que también quieren trasladar a la campaña en Euskadi. "Hablar de lo que a la gente realmente le importa", resumen fuentes socialistas.

La encuesta CEO señala que la segunda preocupación de los catalanes es la insatisfacción por la política, seguida de las relaciones Cataluña-España. El PSOE intentará esquivar estas dos últimas balas, a las que, en cualquier caso, se tendrán que enfrentar una vez se abran las urnas.

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