Megan Fox habla de todas las cirugías plásticas que se ha hecho: "Espero que esto haga que otras personas se sientan liberadas"

Megan Fox en el preestreno de 'Good Morning'
La actriz Megan Fox.
Getty Images
Megan Fox en el preestreno de 'Good Morning'

"Voy a repasar todas las cosas que me he hecho. Siento que existe un estigma y que no voy a ganar [nada con esto]. Sin embargo, espero que esto haga que otras personas se sientan liberadas", ha dicho Megan Fox sobre la presión mediática que significa haberse retocado alguna parte del cuerpo gracias a la cirugía estética antes de sincerarse sobre aquellas a las que ella sí se ha sometido.

En una conversación con la presentadora Alex Cooper en el pódcast Call Her Daddy, la actriz de 37 años, quien ya el año pasado, en una entrevista, reveló que "nunca" le gustó su cuerpo, ha hablado tanto de las operaciones que se ha hecho, esté más o menos orgullosa, como de las que no se ha hecho y que le atribuyen en redes.

Eso sí, ha matizado que tiene "mucho miedo a morir bajo anestesia general" porque su cuerpo no reacciona bien a la misma y que, por tanto, no le "gusta la cirugía", describiéndola como "una experiencia muy traumatizante", por lo que siempre insiste en que "la recompensa valga el sufrimiento".

La intérprete comenzó por las que no, asegurando: "Nunca me he hecho un lifting facial en ninguna de sus formas: ni el mid face lifting, ni una elevación de cejas [aunque admite que le "gustaría"] ni un lifting con hilos tensores [porque no "cree en ellos" tras "investigar" el procedimiento]". Además, también ha matizado que nunca se ha sometido a una eliminación de grasa bucal.

Asimismo, Fox ha añadido que jamás ha entrado al quirófano para "una liposucción ni un contorno corporal ni nada por el estilo", lo que le ha llevado a explicar que se sentiría "muy halagada" si alguien dijese de ella que se ha realizado un levantamiento de glúteos. "Si pudiera lo haría, pero tengo suficiente grasa corporal de sobra", ha puntualizado.

Y acto seguido ha dado paso a lo que sí se ha hecho, comenzando por un aumento de pechos, del cual dice que tuvo lugar cuando tenía "21 o 22 años". Es decir, entre la primera y la segunda película de la saga que entonces protagonizaba, Transformers, y de cuyo director, Michael Bay, ya dijo en su momento que fue muy duro con sus comentarios sobre su físico.

Ha añadido que se volvió a hacer la misma operación cuando terminó de "amamantar" a sus hijos, así como que hace poco tiempo le volvieron a arreglar dichos implantes porque se le marcaban al no tener suficiente grasa. De hecho, fue muy específica con lo que le dijo al médico, pues, según ella misma, sus palabras fueron: "Quiero las tetas de una streaper de los años 90".

Asimismo, ha admitido que se hizo una única rinoplastia cuando estaba "al comienzo de la veintena", pero que no ha llegado a las "seis, siete u ocho" cirugías en su nariz, como la han acusado, porque "se necrosaría y se caería" a pedazos. "No he tocado mi nariz desde entonces", ha continuado.

Por último, Megan Fox ha confirmado que sí ha utilizado bótox e infiltraciones, antes de decir que tiene una cosa más hecha, aunque se ha negado a dar detalles. "Pero necesitaba hacérmela, la deseaba", han sido sus únicas palabras al respecto.

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