La Puerta del Ángel Caído, frente a la Cuesta de Moyano, es una de las 18 entradas a los Jardines de El Buen Retiro, el parque más reconocible de la ciudad de Madrid, que fue construido en el siglo XVII para el disfrute del rey Felipe IV. Aunque gran parte se destruyó durante la Guerra de Independencia, entre 1808 y 1814, se logró recuperar para ser utilizado por el pueblo y la realeza. En la actualidad, cuenta con 125 hectáreas y más de 15.000 árboles, de los cuales siete son ejemplares singulares por su tamaño o su forma.
Con motivo del Día del Árbol, también conocido como Día Internacional de los Bosques, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, realizó este miércoles un itinerario por algunos de los árboles históricos, singulares y notables de El Retiro. El punto de partida es la mencionada puerta, la cual recibe a los visitantes con una pronunciada pendiente. Allí se puede ver entrenar a los corredores más exigentes junto a los ciudadanos que disfrutan de la naturaleza a escasos metros del centro de la ciudad.
"Esta jornada pone en valor el inmenso patrimonio verde de esta ciudad. Permite que las familias y los pequeños conozcan los árboles singulares, además de concienciar en el respeto a la naturaleza y a los árboles en particular", destaca Carabante. Además, añade que el Ayuntamiento "tiene el compromiso de plantar medio millón de árboles en los próximos cuatro años".
Un olivo de 1396 y cinco toneladas
La primera parada es el olivo centenario situado en una de las praderas próximas a la entrada de la Puerta del Ángel Caído. Se trata del ejemplar más longevo del parque, pues su edad estimada es de 627 años y su fecha de origen se sitúa en torno al año 1396. Sin embargo, los Jardines de El Buen Retiro no siempre ha sido el lugar donde ha echado sus raíces. En abril de 2023, se trasplantó como símbolo del compromiso de Madrid con la sostenibilidad dentro de la iniciativa europea 'Un Árbol por Europa'.
"Este olivo pesa cinco toneladas, mide cerca de tres metros de alto, contando el tocón, y su tronco cuenta con un diámetro aproximado de tres metros", explica el coordinador del centro de información y educación ambiental de El Retiro, Juan Alonso. Aunque aparentemente no es el olivo más vistoso, en pocos meses se ha convertido en un gran reclamo para madrileños y turistas. La llegada de este ejemplar centenario desbancó como árbol decano del parque al histórico ahuehuete, situado en la entrada al jardín por la Puerta de Felipe IV, que suma unos 400 años.
El pino carrasco que sobrevivió al ciclón de 1886
El segundo árbol más importante de este recorrido es el pino carrasco de la Rosaleda (Pinus halepensis). Este ejemplar tiene la categoría de árbol singular y forma parte del catálogo de árboles protegidos de la Comunidad de Madrid. Fue plantado a finales del siglo XVIII y cuenta con una altura de 35 metros, un diámetro de copa de unos 20,5 metros, y un perímetro de tronco de unos 2,70 metros. Junto a su descomunal tamaño, lo que le hace único es que fue de los pocos ejemplares que se salvó del ciclón del 12 de mayo de 1886, que arrasó la vegetación del parque y de parte de la ciudad.
Los almendros, un recuerdo del origen del parque
Sin alejarse mucho de la Puerta del Ángel Caído, los almendros del Huerto del Francés son el último vestigio de lo que se podía ver en El Retiro cuando abrió sus puertas. Hasta que en 1868 se convirtió en un parque público, los jardines estaban repletos de árboles ornamentales y frutales. Un ejemplo de ello son el medio centenar almendros perfectamente alineados, los cuales ya se encuentran con sus flores en el suelo.
"Llegó un momento, a principios del XIX, con Amadeo de Saboya o Isabel II, que empezaron a tener conciencia del gasto del agua y se introdujeron coníferas como el pino o el cedro", argumenta el coordinador Juan Alonso para dar explicación a la pérdida de este tipo de árboles. "Los que se pueden observar en la actualidad son los que han sobrevivido a las catástrofes y los que se han ido adaptando a los gustos de la jardinería", añade.
Actividades para celebrar el Día del Árbol
Para conmemorar el Día del Árbol, el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad ha preparado una serie de actividades para que los madrileños puedan conocer el patrimonio verde de la ciudad. Este jueves, 21 de marzo, desde el Centro de Información y Educación Ambiental del Retiro partirá una visita guiada que recorrerá los árboles más exóticos de este parque. De sus casi 170 especies botánicas, muchas son foráneas y este itinerario pone el foco en ellas, enmarcando la ruta en el Jardín del Romanticismo y las expediciones botánicas.
A lo largo del mes marzo será posible visitar la exposición temporal abierta en el CIEA Casa de Campo, integrada por 30 imágenes seleccionadas del concurso fotográfico propuesto con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente 2023. Además, hasta el 24 de marzo están programadas otras muchas actividades en el CIEA Casa de Campo para participar en los actos del Día Internacional de los Bosques. Pequeños y mayores podrán disfrutar de una yincana, juegos, plantaciones populares, reforestaciones y un paseo para conocer una parte de la riqueza botánica del parque.
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