El Ayuntamiento de Barcelona y el Gremio de Hoteles colaborarán para instalar una desalinizadora en la costa de la ciudad para poder rellenar este verano las piscinas de los establecimientos turísticos y otros equipamientos de la capital catalana que no pueden hacerlo con agua potable por las restricciones por la sequía.
Según ha informado este martes El País y han confirmado a EFE fuentes municipales, el Gremio de Hoteles de Barcelona está estudiando alquilar este verano una desalinizadora para poder rellenar las más de 150 piscinas de hoteles que hay en la ciudad, para lo que se necesitará una cantidad de agua procedente del mar que aún están evaluando.
El director general del Gremio de Hoteles, Manel Casals, ha explicado que el coste lo cubrirá íntegramente el gremio o los hoteles que usen esta agua desalada y, si producen más de la que necesitan, la cederán al Ayuntamiento de Barcelona. También ha señalado que lo más probable es que el transporte del agua hasta los hoteles se realice con camiones-cuba.
La ACA estudiará la viabilidad
Desde el consistorio han precisado a EFE que "el Ayuntamiento se ha reunido con el Gremio de Hoteles para acompañarlos técnicamente para encontrar la ubicación de una desaladora en la costa de Barcelona", sin comentar detalles técnicos del proyecto, que "durante las próximas semanas se irá concretando".
"La voluntad es realizar este acompañamiento en los trámites estrictamente municipales y colaborar para hacerlo posible, dado que el excedente de agua producida podría destinarse a equipamientos de la ciudad", han señalado las mismas fuentes.
El permiso para sacar adelante el proyecto y la captación (es decir, el caudal que puedan extraer de agua) depende de la Agencia Catalana del Agua (ACA), que ya ha señalado que si recibe el proyecto analizará si es viable.
A principios de este mes de marzo, la Generalitat anunció que permitía al sector turístico utilizar desalinizadoras para sus necesidades, entre ellas el llenado de piscinas, algo que ya han manifestado la intención de hacer los hoteleros de Lloret de Mar y otras poblaciones de la Costa Brava y la Costa Daurada.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Barcelona está estudiando las opciones para poder volver a abrir este verano las 13 piscinas públicas descubiertas que lo hicieron en 2023, a pesar de las restricciones que establece el decreto de sequía. Entre las opciones están decretarlas refugio climático, condición que la Agencia Catalana del Agua (ACA) podría estudiar para permitir rellenarlas.
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