El Ayuntamiento asegura que el ruido en el Triángulo Golfo de Barcelona se ha reducido entre 2 y 3 decibelios en seis meses

Un dispositivo de la Guardia Urbana de Barcelona en el Triangle Lúdic.
Un dispositivo de la Guardia Urbana de Barcelona en el Triangle Lúdic.
Ayuntamiento de Barcelona.
Un dispositivo de la Guardia Urbana de Barcelona en el Triangle Lúdic.

En los primeros seis primeros meses de implementación del Plan de medidas contra el ruido en el Triángulo Lúdico, más conocido como el Triángulo Golfo, en el Poblenou, ante las quejas vecinales, el Ayuntamiento de Barcelona ha constatado una reducción de los niveles de ruido en todos los sonómetros instalados en la zona delimitada entre las calles de Almogàvers (entre las calles Marina y Álava), Pallars (entre las calles Zamora y Álava), Pedro IV (entre las calles Zamora y Ávila), y Zamora, Pamplona y Álava (entre las calles Almogávares y Pedro IV).

Concretamente, desde septiembre de 2023 a febrero de 2024, el Ayuntamiento ha detectado que los niveles de ruido registrados por la noche con la presencia de actividades de ocio (noches de miércoles a sábado y vísperas de festivo) se han reducido, sobre todo, en aquellos equipos ubicados en las áreas más residenciales (Almogàvers 83 y Almogàvers 115), con un descenso de hasta 3 decibelios respecto a los datos de 2022.

También han apreciado una reducción significativa de los niveles de ruido a 2 decibelios en los equipos instalados en las calles de Pere IV 71 y de Pamplona 84, situados en el epicentro de la zona de ocio. 

"Los sonómetros que implantamos nos están dando resultados que son más que esperanzadores", ha dicho el concejal de Deportes, David Escudé, asegurando que, con estos resultados obtenidos, se muestra que se va en "buena dirección"

Sonómetro.
Sonómetro.
Ayuntamiento de Barcelona.

Por otro lado, a petición de los vecinos y vecinos, el pasado mes de diciembre se instalaron cuatro nuevos sonómetros en la zona, en concreto en las calles Sancho de Ávila 25, Pamplona 125, Pamplona 103 y Pallars 73. 

Los primeros resultados de estos sonómetros muestran que en la calle Sancho de Ávila 25 los niveles cumplen los límites, mientras que en Pamplona 125, Pamplona 103 y Pallars 73 actualmente se superan. Desde el distrito de Sant Martí, se está realizando una evaluación para implementar, si es necesario, nuevas medidas en estas calles para reducir los niveles de ruido. 

En este sentido, Escudé ha asegurado que "seguirán trabajando" en medidas que, incluso, "no existen en otras zonas de la ciudad", para poder garantizar el descanso de los vecinos a la vez que trabajan de forma colaborativa con los locales de ocio nocturno de la zona. "Este es el camino que nos llevara a una conveniencia entre la gente que se lo quiere pasar bien y el descanso de los vecinos", ha sostenido. 

Y es que, a pesar de los resultados obtenidos, el concejal de Deportes ha reconocido que "aún falta un importante recorrido que trabajaremos con los vecinos, la policía, los servicios de limpieza y con los propios locales de ocio nocturno".

Bajan las incidencias y las actuaciones en la vía pública

En este tiempo de análisis, también han constatado un progresivo descenso en las llamadas al 112, el número de emergencias, respecto a las recibidas el año anterior relacionadas con molestias por personas en espacios públicos, por el ruido de locales y por ruido en esta zona.

Asimismo, en los últimos seis meses, también ha disminuido el número total de incidencias, quejas y sugerencias que recibe el Ayuntamiento de Barcelona por parte de la ciudadanía relacionadas con el Triángulo Lúdico a través del sistema IRIS.

Respecto al número de intervenciones y denuncias de la Guardia Urbana relacionadas con la seguridad, han observado un descenso respecto al pasado año en el consumo de alcohol y micciones, mientras que se mantienen las intervenciones por molestias acústicas.

También han disminuido las denuncias a locales por la venta de bebidas alcohólicas a menores o fuera de horario. La normativa vigente prohíbe la venta de alcohol entre las 22.00 y las 8.00 horas fuera de los establecimientos autorizados, y también la venta ambulante en la vía pública.

Menos terrazas y más vigilancia y concienciación 

Entre las actuaciones llevadas a cabo por el consistorio en el marco del plan antirruido, que entró en vigor el 1 de septiembre, también restringieron la apertura de nuevos establecimientos musicales, bares y tiendas en las que se vende alcohol

Asimismo, no autorizan más terrazas y se aplica un horario más restringido. Actualmente, las terrazas existentes tienen un horario restringido de 8.00 horas a 23.00 horas todo el año, lo que supone acortar una hora el horario de miércoles a jueves y dos horas de viernes a sábado y vísperas de festivo.

De forma paralela a la implantación de estas medidas, también se han intensificado las labores de vigilancia por parte de la Guardia Urbana en los espacios públicos para la prevención de la violencia sexual, el control de los locales de ocio y la gestión del tráfico.

Del mismo modo, se han incrementado los servicios de limpieza y se han puesto en marcha campañas de concienciación sobre la necesidad de respetar el descanso de los vecinos y vecinas del barrio, así como un servicio de mediación nocturna. 

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