Madrid edita una guía para ayudar a padres y educadores a prevenir el suicidio adolescente

La consejera de Sanidad, Fátima Matute, durante el acto de presentación de la guía sobre prevención del suicidio en adolescentes dirigida a familias y educadores, en en el Hospital Público Santa Cristina de la capital
La consejera de Sanidad, Fátima Matute, durante el acto de presentación de la guía sobre prevención del suicidio en adolescentes dirigida a familias y educadores, en en el Hospital Público Santa Cristina de la capital
COMUNIDAD DE MADRID
La consejera de Sanidad, Fátima Matute, durante el acto de presentación de la guía sobre prevención del suicidio en adolescentes dirigida a familias y educadores, en en el Hospital Público Santa Cristina de la capital

La Comunidad de Madrid ha editado la primera guía para que familiares y profesores puedan identificar los indicios más frecuentes y ofrecer unas pautas sobre cómo actuar en casos de conducta suicida en jóvenes. "El suicidio es prevenible, por lo que la muerte por esta causa es evitable", recoge la guía. Por este motivo, el texto señala que los factores decisivos para afrontar situaciones de riesgo en adolescentes son la comunicación efectiva y el apoyo. En este sentido, el documento recoge la necesidad de tomar los comentarios de la persona en serio, preguntar si está pensando en autolesionarse o estar atentos a posibles señales de alarma, como pueden ser los comentarios acerca de su sufrimiento o la creencia de que nadie le puede ayudar. 

La adolescencia es un periodo de cambios físicos y psicológicos que coincide con el inicio de nuevas experiencias vitales como los vínculos afectivo-sexuales, la integración en grupos sociales o el devenir académico y laboral. Todo ello implica experimentar un proceso continuo de adaptación y reflexiones personales para construir su identidad, autoconcepto y autoestima, por lo que puede suponer una etapa de difícil gestión emocional.

En esos casos influyen factores de riesgos tanto personales, familiares, sociales como educativos, como el abuso de sustancias, los antecedentes familiares, conducta antisocial, una personalidad introvertida, la pérdida de un ser querido, el aislamiento social, el rechazo, el acoso o ser víctima de maltrato físico o sexual. Frente a eso, existen otros factores protectores como sentirse querido, la autoconfianza, los amigos o sentirse escuchado. Tan solo uno de estos elementos, "sobre todo alguien que te ofrezca ayuda y apoyo, puede tener un importante impacto y disminuir el riesgo".

"La conducta suicida, como fenómeno complejo, ha tenido un incremento en la expresión en el conjunto del mundo occidental y es una expresión de sufrimiento que se ha manifestado sobre todo en población joven, aunque no solo en ella", ha explicado la gerente Asistencial de Hospitales en Servicio Madrileño de Salud (Sermas), Mercedes Navío, este martes durante la presentación de la guía, donde también ha matizado que este tipo de conductas son complejas, ya que no se desencadenan por un único factor. En el acto también ha participado la consejera de Sanidad, Fátima Matute.

Señales de alerta

"Una señal de alerta nos indica que el adolescente estaría teniendo serios pensamientos de quitarse la vida y que podría incluso estar planificando como realizarlo", refleja el documento donde se enumeran estos indicios. El escrito advierte de que hay que extremar la atención cuando se presentan varios al mismo tiempo, ante lo que se recomienda actuar con rapidez, preguntar y escuchar para poder ofrecer la ayuda y apoyo necesarios.

En el trascurso de una conversación, hay varias señales que pueden poner sobre aviso. Aquellas expresiones que se refieren a aspectos negativos sobre uno mismo o su vida, las alusiones continuas al deseo de morir o quitarse la vida, relacionado con frases que pueden recordar a una despedida: "Quiero que sepas que en todo este tiempo me has ayudado mucho. Siempre te querré", por ejemplo, podrían reflejar que se planea llevar a cabo esta conducta. También es conveniente observar si la persona refleja de forma expresa en sus redes sociales o en escritos estas ideas o busca en internet formas de atentar contra uno mismo.

Sus comportamientos o hábitos también son indicios que se tienen que tener en cuenta. Entre estos signos, se recomienda prestar atención a los cambios repentinos en la conducta, como un incremento de la irascibilidad, una perdida de interés por todo en general, un estado continuado de tristeza o una tendencia al aislamiento. El consumo repentino de estupefacientes también encajaría con una de las señales recurrentes. Otras señales que se deben tomar en cuenta están relacionadas con las muestras de afecto espontáneas sin motivo aparente, los estados repentinos de alegría, cuando llevaba tiempo triste o irritable, regalar enseres queridos o resolver cuestiones pendientes. Estos comportamientos pueden llegar a ser más relevantes si, además, el menor tiene acceso a medios para llevar a cabo la autolisis.

Para los casos de riesgo inminente, se aconseja tratar de controlar los impulsos y llamar de inmediato a alguien de su confianza o avisar a los servicios de Emergencia 112 o a la línea de ayuda para las conductas de suicidio 024.

Recomendaciones para afrontar la situación

Actuar y afrontar la situación es uno de los pasos más importantes a la hora de evitar que se consuma el suicidio. Para ello, se aconseja tomar en serio las amenazas o comentarios relacionados con esta conducta, preguntando directamente si tiene planeado quitarse la vida. La escucha activa es crucial en estos casos "siempre desde el respeto, con sensibilidad y comprensión" dejando que se exterioricen las emociones sin mostrarse alarmados, ni juzgar o quitar importancia a las razones que verbaliza la persona. Aquellos adolescentes que en el pasado intentaron ya quitarse la vida, expone la guía, hay un mayor riesgo de volver a cometer un acto similar, por lo que hay que actuar rápidamente.

Asimismo, se incide en la necesidad de apoyar a esa persona, pasando tiempo con ella, animándole, creando un espacio de seguridad y recomendando acudir a algún punto especializado de ayuda e involucrar a otras personas significativas en su vida. En caso de ser necesario, recoge la guía que es necesario "eliminar el acceso a cualquier método de suicidio, apartarlos de lugares que implique peligro" y no dejar solo al adolescente en caso de una crisis.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento