André Ventura (Sintra, 1983) tuvo en la cabeza desde joven el deseo de cambiar Portugal, y ahora, los resultados electorales le han dado la llave para hacerlo. Fiel católico, fue seminarista y valoró ser sacerdote, pero cambió de planes. Según ha afirmado en numerosas ocasiones en los últimos años, "Dios me confío la difícil pero honorable misión de transformar Portugal". 

Con esa convicción, Ventura cambió el seminario por la Universidade Nova de Lisboa, donde se graduó en Derecho, y después obtuvo su doctorado en Derecho Público por la Universidad de Cork, en Irlanda. Volvió a la capital portuguesa para ser profesor universitario y comenzó su andadura en política, de la mano del Partido Socialdemócrata (centroderecha), donde fue elegido como concejal en el municipio de Loures en las elecciones municipales de 2017.

Fue concejal, comentarista deportivo y columnista

Además de su carrera política como concejal y militante del PSD, comenzó a ganar popularidad como comentarista deportivo de su equipo de fútbol, el Benfica, y como columnista en Correio da Manhã, uno de los periódicos más leídos de la prensa lusa. 

Sin embargo, sus polémicas posiciones conservadoras respecto a la inmigración y las minorías como los gitanos, a quienes definió como "grupo que vivía exclusivamente de subsidios del Estado" beneficiándose de una "cultura de impunidad", y las diferencias con el partido lo llevaron a renunciar y a abandonar el PSD en 2018. 

Empate técnico tras las elecciones en Portugal: la ultraderecha ofrece su apoyo para inclinar la balanza hacia Montenegro

Apenas un año después fundó Chega! (Basta!, en portugués), un partido a imagen y semejanza de Ventura, con un ideario nacionalista, ultraliberal y conservador, contrario al aborto y al multiculturalismo. 

Primer parlamentario de extrema derecha desde la dictadura

Ventura fue nombrado líder del partido y concurrió sin éxito a las elecciones europeas de 2019. Sin embargo, pocos meses más tarde, Chega! se presentó a las elecciones legislativas, obteniendo un 1,29% de los votos y un escaño para Ventura, el primero para la ultraderecha en Portugal desde la Revolución de los Claveles en 1974. 

Desde la tribuna parlamentaria, Ventura y Chega! comenzaron a ganar presencia en la vida pública, con mensajes nacionalistas y ultraconservadores muy críticos con la corrupción y especialmente con el control de la inmigración. Ventura se ha mostrado contrario a las políticas actuales de ayudas sociales a minorías e inmigrantes, y se ha manifestado a favor de un endurecimiento de las penas por corrupción, así como de la cadena perpetua para violadores y homicidas.

Un discurso impulsado por las redes sociales y que, en apenas cinco años, ha sabido concentrar el descontento social de una parte de la sociedad portuguesa. En la propia página web del partido, Ventura se dirige a militantes y simpatizantes definiendo a Chega! como "la verdadera alternativa al socialismo" en un momento político "desafiante" para Portugal.

Paulo Alexandrino

Llevó al partido a ser tercera fuerza... y ahora tiene la llave del gobierno

Tras un intento fallido de ser Presidente de la República (quedando tercero en las elecciones presidenciales de 2021), las elecciones legislativas de 2022 lo situaron como la alternativa a los dos partidos hegemónicos: Chega! obtuvo 12 escaños y un 7,15% de los votos, siendo tercera fuerza parlamentaria. 

Ya en aquella campaña, Ventura fue arropado por otros líderes que comparten espacio ideológico con Chega!, como Marine Le Pen, Matteo Salvini, Viktor Orbán o Santiago Abascal, quien no ha perdido la ocasión de felicitarle por sus resultados de este domingo.

Tras la dimisión de António Costa, Chega! inició su campaña de cara a las legislativas de 2024 con el eslogan "Limpiar Portugal" en referencia a la corrupción y a la inmigración ilegal. 

Los ajustados resultados le convierten en la llave de un cambio de Gobierno para dar el poder a la derecha de Luís Montenegro (AD). Tras conocerse los resultados, Ventura advirtió al líder de la coalición de centroderecha que "solo un líder irresponsable dejaría al país ser gobernado por el Partido Socialista cuando tiene la posibilidad de encabezar un gobierno de cambio. El pueblo ha dicho lo que quería: que gobierne la derecha. Tenemos el mandato para gobernar Portugal".