Un total de 76 inmigrantes, la mayoría de ellos marroquíes, han conseguido entrar a nado en Ceuta mientras que otros dos lo han logrado a través del vallado fronterizo, además de haberse registrado un muerto y un desaparecido en uno de los fines de semana de más presión migratoria vivido por la ciudad.
Según han informado fuentes policiales y sanitarias, las entradas se han producido desde la madrugada del viernes al sábado, coincidiendo con la llegada de una fuerte borrasca que ha motivado que la ciudad estuviera en alerta amarilla por el oleaje y las fuertes precipitaciones.
Esta circunstancia ha sido un nuevo "reclamo" para estos inmigrantes, como ha reconocido un agente policial, teniendo en cuenta que estas personas suelen aprovechar los días de mayor inestabilidad atmosférica para intentar el acceso.
Esta situación se produce porque los inmigrantes entienden que el oleaje y las corrientes favorecen su llegada al litoral ceutí, mientras que las fuertes lluvias dificultan la visibilidad para su control.
Por todo ello, desde la madrugada del sábado se ha producido un acceso continuo de pequeños grupos de inmigrantes marroquíes que se lanzaban al mar desde la costa de Beliones, pueblo marroquí fronterizo con la frontera española de Benzú.
Entre este grupo se han hallado hasta un total de doce menores marroquíes, que también han formado parte de la lista de inmigrantes que han logrado acceder a la ciudad en este fin de semana de máxima presión.
En total, se ha contabilizado la entrada de 76 inmigrantes a nado -entre ellos cuatro subsaharianos de Guinea Conakry- y otros dos por el vallado fronterizo, ambos jóvenes de Mali que saltaron los diez metros de altura de las vallas situadas en los 8,2 kilómetros de perímetro fronterizo terrestre.
Además, a primeras horas de la mañana del sábado, sobre las 09.30 horas, se localizó el cuerpo sin vida entre las rocas de un joven inmigrante marroquí, mientras que otro desapareció a última hora del sábado, siendo buscado sin éxito en las últimas horas.
La Guardia Civil ha destacado que la mejoría este domingo del tiempo ha reducido el número de intentos de entrada por la vía marítima.
"Menos mal que ha mejorado el tiempo", ha dicho a uno de los voluntarios de la Cruz Roja Española que han prestado atención sanitaria a este importante contingente de personas, muchos de los cuales llegaron con síntomas de agotamiento y fatiga, así como con cortes y contusiones producidos por golpes contra las rocas de la playa.
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