La infrafinanciación y la deuda lastran el apoyo de la Generalitat al tejido productivo

  • El Consell destina el 93% de los recursos que recibe del Estado a servicios públicos esenciales.
  • La patronal CEV lamenta que el Ejecutivo valenciano "no puede apoyar mucho más" a sectores en crisis.
Pérez (Ivie), Merino y Navarro (CEV), en la conferencia.
Pérez (Ivie), Merino y Navarro (CEV), en la conferencia.
GVA
Pérez (Ivie), Merino y Navarro (CEV), en la conferencia.

La infrafinanciación que sufre la Comunitat Valenciana desde hace dos décadas y el coste que le supone financiar su deuda de 55.000 millones de euros dejan "poco margen" a la Generalitat para impulsar políticas de apoyo al tejido productivo, ya que el 93% de los recursos que recibe del Estado los destina directamente a sufragar los servicios públicos esenciales. 

Este es el diagnóstico que comparten el Gobierno valenciano, los técnicos y los propios empresarios y que ha expuesto este miércoles la consellera de Hacienda, Ruth Merino, el director de investigación del Instituto valenciano de investigaciones económicas (Ivie), Francisco Pérez, y el presidente de la CEV, Salvador Navarro, durante la primera jornada del certamen Forinvest.

En opinión de la también portavoz del Consell, el retraso en la reforma del sistema de financiación autonómica es "una injusticia que se ha convertido en habitual para los ciudadanos de la Comunitat, que no entendemos y que vivimos con preocupación porque no vemos reacción por parte del Gobierno de España". Por este motivo insiste en reclamar el fondo transitorio de nivelación cifrado por los expertos en 7.128 millones de euros hasta 2027 y también una condonación o compensación de la deuda derivada de la infrafinanciación, que está detrás del 78% del endeudamiento total de la Comunitat Valenciana y que ya asciende a 55.000 millones de euros.

Los gastos financieros derivados de la deuda son otro obstáculo más para poder respaldar a los sectores en crisis, como sucede en la actualidad con la cerámica pero también en el pasado con la industria tradicional. En concreto, el coste de la deuda por la subida de los tipos de interés este año alcanzará los 970 millones de euros para la Generalitat, un 112% más que en 2023. "Con esos más de 900 millones podríamos hacer muchísimas cosas", lamenta Merino.

En opinión de Pérez, que coincide en ambas recetas, la Comunitat tiene un problema "muy serio, muy grave, que viene arrastrando muchos años y que es más grave justamente porque no se le da la respuesta. Debemos insistir, lo estamos haciendo desde hace mucho tiempo, tenemos razones fundadas para reclamar que la situación cambie", sostiene. Para el director de investigación del Ivie, la buena noticia "es que la sociedad en su conjunto han tomado conciencia de esta situación, pero tenemos que decirlo alto y claro aquí para que no se nos olvide y fuera de aquí para que se nos tenga en cuenta", añade.

Por su parte, el líder patronal, Salvador Navarro, afirma que la infrafinanciación hace sentirse a los valencianos "españoles de segunda o de tercera" y que quien tiene que resolver la situación son los gobiernos, pero se han sucedido de "distinto color" y han sido "incapaces" de resolver una situación que "está perjudicando tanto a la sociedad en general como al tejido productivo".

Según expone, los presupuestos autonómicos "han reforzado" la educación, la sanidad y el bienestar social pero la Generalitat, sin la financiación adecuada, "no puede apoyar mucho más" al tejido productivo y a sectores en una "situación complicada" como el cerámico.

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