Un total de doce personas han fallecido como consecuencia del impacto de un dron de ataque ruso contra un edificio de viviendas de Odesa, según el último balance publicado una vez concluidas las tareas de búsqueda de posibles víctimas y supervivientes.
Entre los fallecidos hay cinco menores de edad (uno de ellos un bebé de cuatro meses), ha explicado el ministro del Interior ucraniano, Igor Klimenko, que ha publicado el balance en su canal de Telegram. La última víctima cuyo cuerpo ha sido recuperado es una niña nacida en 2016.
Los drones rusos partieron desde la península de Crimea y uno de ellos impactó contra el edificio de viviendas y causó importantes daños en 18 apartamentos.
Además, Klimenko ha denunciado un ataque en Kurajovo, en la región de Donetsk, en el que han resultado heridas 16 personas, incluidos dos menores nacidos en 2006 y 2009, tras el impacto de una bomba lanzada por la aviación rusa y que ha impactado contra un edificio de cinco plantas. Dos de los heridos están graves.
"A las 16.00 horas hay 16 personas heridas, dos de ellas graves", ha publicado el gobernador militar de Donetsk, Vadim Filashkin, en su cuenta en Telegram, según recoge la agencia de noticias ucraniana Ukrinform.
El ataque se produjo a mediodía y el objetivo era el centro de la localidad, según Filashkin. Al menos 15 edificios altos han resultado dañados. "Las informaciones preliminares apuntan a que los rusos han utilizado una bomba aérea guiada. Efectivos locales, de la Policía y rescatistas trabajan ya en la escena del crimen", ha añadido.
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