Fue a mediados de febrero cuando María del Monte, su mujer, Inmaculada Casal, y Teresa, hija de esta última, declararon en el juicio por el robo con violencia que vivieron en su casa de Gines (Sevilla) el 25 de agosto. Sin embargo, no ha sido hasta este viernes 1 de marzo cuando ha testificado otra de las personas que estaba presente aquella noche, la empleada del hogar.
Aunque se habló de la posibilidad de que Antonio Tejado, sobrino de la cantante y presunto "autor intelectual" del asalto, pidiera este viernes desde la cárcel declarar voluntariamente, finalmente no ha sido así y ha sido únicamente Damaris, la trabajadora de la artista, quien lo ha hecho.
La asistenta se ha acercado este viernes al Juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla para dar su versión frente al juez y los abogados de ambas partes: Fernando Velo, representante legal de Tejado, y Francisco Baena, letrado de María del Monte.
Damaris llegó a sede judicial pasadas las 9 horas con semblante serio, gafas de sol y sin mediar palabra, pues no quiso dar ninguna declaración a los medios. Tampoco ha dicho mucho Baena, que ha asegurado que no tenía "ni idea" de lo que iba a declarar la empleada.
Por su parte, Velo ha revelado que Antonio Tejado estaba "bien y tranquilo" en prisión, pero ha evitado pronunciarse sobre si pedirá que su representado declare ante el juez después de este último testimonio.
La declaración de Damaris
Según Vamos a ver, en la sala en la que ha estado declarando durante una hora, la empleada ha reiterado punto por punto lo que en su día dijo a la Guardia Civil tras el robo.
Aquella noche, tal y como aseguró, los asaltantes la dejaron encerrada en su dormitorio, situado en el sótano, mientras robaban la caja fuerte. Y, tal y como cuenta Europa Press, debido a los gritos y los golpes, "creyó que habían matado" a María del Monte e Inmaculada Casal.
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