Nueva polémica para Kanye West. Apenas unos días después de su nuevo rifirrafe con Adidas, ahora son los herederos de Donna Summer quienes quieren llevar a los tribunales al rapero por haber utilizado sin autorización una conocida canción de la diva en uno de los temas de su último disco, Vultures I, después de que estos se la negaran.
Según los documentos obtenidos por el portal de noticias TMZ, la demanda va dirigida contra Ye, así como contra Ty Dolla $ign, el sello discográfico del artista y otros implicados en el single, que ya no está disponible en las plataformas digitales.
Explican los herederos que el músico ha utilizado un sample —un extracto de una canción que sirve como base para uno nuevo— de uno de los mayores éxitos de Summer, I Feel Love, para la pista Good (Don't Die), la cual se incluyó en el álbum solo al comienzo de su salida al mercado el pasado 10 de febrero.
Agregan, además, que hay una gran predominancia en la canción de la voz de Summer a pesar de que fueron explícitos a la hora de negarle el permiso para que la utilizase. Tal y como detallan en la demanda, presentada por su abogado, Larry Stein, Kanye les hizo el requerimiento recientemente, el pasado 31 de enero, apenas algo más de una semana antes de la fecha en que quería lanzar el disco.
Según la demanda, sus herederos fueron rotundos a la hora de decirle que no pero, a pesar de este rechazo —ellos controlan parte de los derechos de autor de la música de Summer—, Good (Don't Die) apareció en Apple, en Spotify y en otras importantes plataformas de streaming.
No explicitan la razón de su negativa —presumiblemente por las controvertidas declaraciones antisemitas, racistas y misóginas del músico— y apostillan que Ye intentó eludir este rechazo creando una interpolación de la canción de Donna en lugar de la pista real. Es decir, regrabando él mismo la melodía que quería.
Aun así, los herederos de Donna puntualizan que dicha solución no le protege de la infracción de derechos de autor, por lo que tuvieron que ser ellos quienes hablaron con Apple, Spotify y el resto de plataformas para exigirles que retiraran la canción de Kanye.
Sin embargo, como el tema de Ye ya tenía más varios millones de reproducciones —más de ocho solo en Spotify— alegan que han resultado perjudicados y solicitan una indemnización por daños y perjuicios, así como una orden judicial que impida una nueva distribución de la canción.
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