La odisea de los padres de Kira después de tres años de lucha por su hija: "Las burlas en el colegio siguieron hasta su último día"

Kira, víctima de acoso escolar, junto a sus padres.
Kira, víctima de acoso escolar, junto a sus padres.
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Kira, víctima de acoso escolar, junto a sus padres.

El 19 de mayo de 2021, Kira, de 15 años, se quitó la vida como consecuencia del acoso escolar que sufría y, desde entonces, sus padres luchan para que el colegio asuma responsabilidades al respecto. Por ello, un año después de que el juez archivara la causa penal por estos hechos, la familia ha presentado una demanda por responsabilidad civil extracontractual contra el centro Pare Manyanet de Sant Andreu de Barcelona.

"Es una demanda judicial civil contra el titular de la escuela por no actuar con la diligencia de 'un buen padre de familia' que obligatoriamente debía observar al personal docente y garantizar la seguridad de la menor", explica a 20minutos José Manuel López Viñuela, padre de Kira, al asegurar que el director del centro incumplió su función de vigilancia. "La escuela no activó ningún protocolo, no informó debidamente a los padres ni adoptó medidas de protección a la menor", afirma.

Y es que, tras el suicidio de la menor, hallaron un correo electrónico que le habían enviado desde la aplicación Classroom con el mensaje "muerte, muere", ante lo que estos padres acudieron a la vía penal. "Eso llevó a una investigación policial por un presunto delito de incitación al suicidio y se confirmó que el mensaje lo había enviado un compañero de clase", subraya el padre, quien añade que su hija había sido objeto de "burlas constantes por su voz, acento en inglés, maquillaje e incluso forma de vestir", según declararon jóvenes de su colegio a los Mossos d'Esquadra.

El año pasado, la Audiencia de Barcelona concluyó que no se podía vincular la acción de ninguna persona ni la inacción del colegio al caso de Kira, mientras que el juez instructor procedió al archivo de la causa. "Penalmente estos hechos no tuvieron relevancia suficiente como para concluir que hubo incitación al suicidio", expresa el padre de Kira, por lo que la causa "quedó sobreseída de forma provisional por si aparecieran nuevos datos".

No obstante, José Manuel considera que la investigación "no fue lo suficientemente completa", ya que no se admitieron todas las diligencias de solicitadas. "Además, el auto que acuerda el sobreseimiento provisional viene a manifestar la terminación del proceso penal, pero no de manera definitiva, ya que no cierra la reapertura del proceso", agrega.

"Hicieron creer a Kira que el problema era ella"

"Una de las cosas más dolorosas tras la muerte de Kira ha sido descubrir que, a pesar de haber exigido la intervención del colegio cada vez que fue víctima de agresiones físicas, humillaciones, burlas, amenazas y otras violencias, los responsables nos engañaron asegurando que iban a actuar y nunca lo hicieron", denuncia al indicar que dejaron a su hija "sola e indefensa" para tapar las situaciones de violencia que se vivían.

El informe de la Conselleria de Educación posterior al suicidio apunta que la psicóloga del centro y los tutores no hicieron nada porque "no vieron indicios" de que la menor estaba siendo víctima de acoso escolar. "Que señalaran a Kira y a sus 'rasgos de personalidad' como el problema nos ha destrozado el alma", manifiesta José Manuel, a la vez que asegura que "hicieron creer a Kira que el problema era ella cuando no lo era".

Kira acabó desarrollando indefensión aprendida, "un sentimiento de desesperanza absoluto por el que pensaba que nada de lo que hiciera iba a servir para cambiar las cosas", mantiene su progenitor. "Saber esto y que además la Policía te confirme que las burlas continuaron hasta el último de sus días es devastador, es algo que no superaremos nunca", confiesa afligido antes de recordar unas palabras que dijo su pequeña seis meses antes de quitarse la vida: "Aprendes a esconderlo porque ver llorar a tus padres te afecta todavía más". 

Episodios de violencia docente

Además del acoso escolar, José Manuel también señala episodios de violencia docente en el propio colegio. En uno de ellos, un adulto se encerró hasta cuatro veces a solas con Kira "con la excusa de un castigo desproporcionado que solo quiso aplicarle a ella" y advirtiendo de que si contaba algo le diría a sus compañeros que era mala persona. "Kira llegó a casa con un ataque de ansiedad que jamás habíamos visto y verbalizando que no merecía vivir porque era mala persona".

"Otro adulto, un cura, la intimidó físicamente por los pasillos del colegio y le ofreció una foto suya de joven con su teléfono de contacto apuntado por detrás", expone, y añade que, pese a que otras familias también lo denunciaron al director, nunca se tomaron medidas, puesto que se consideró "un obsequio". "Este caso de presunta pedofilia se suma además al de otro cura ya con sentencia firme", puntualiza.

Según apunta José Manuel, desde Educación y el Síndic de Greuges se pidió  expedientar y apartar a los responsables de estos episodios. Sin embargo, todo quedó en el aire, puesto que el director del Manyanet se negó argumentando que el centro es de titularidad privada y esa decisión solo les corresponde a ellos. "Allí siguen y nadie hace nada". 

"El Manyanet siempre evita hablar de estos episodios de violencia", afirma el padre de Kira. De hecho, declara que cuando el colegio supo que habían denunciado el mensaje "muerte, muere" a los Mossos, la escuela remitió un comunicado a la prensa y a la comunidad educativa afirmando que todo eran "falsedades". "Ni siquiera lamentaron que unos padres que acababan de perder a su hija de forma tan trágica tuvieran que vivir la situación de descubrir un mensaje tan macabro".

Por su parte, el colegio, que no ha atendido a consultas de este medio, ha sostenido en otras ocasiones que ha colaborado en las pesquisas y que nunca hubo ningún tipo de acoso contra Kira, así como tampoco se puede relacionar el suicidio de la menor "por acción u omisión de responsabilidad del centro escolar". En este sentido, en enero se celebró un acto de conciliación previo a una querella por calumnias e injuria a petición del Manyanet, pero la familia rechazó cualquier tipo de acuerdo.

"Hemos tenido que llegar a publicar pruebas que aportamos a la demanda e incluso algo tan doloroso para nosotros como la nota de despedida de nuestra hija para demostrar que no mentíamos", expresa José Manuel sobre esta situación. Según indica, aunque en redes sociales les apoyan, desde el centro han "conseguido" que parte de la comunidad educativa y del barrio muestre rechazo hacia ellos. "Es muy duro, sobre todo sabiendo que esa hostilidad también la sufrió Kira", concluye.

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