El Ayuntamiento de Barcelona superó este martes el primer trámite para sacar adelante los presupuestos de 2024. Lo hizo con los votos a favor de Barcelona en Comú y ERC en una Comisión extraordinaria de Economía que el alcalde Jaume Collboni convocó la semana pasada tras anunciar que sometería de nuevo a votación las cuentas municipales. El primer intento del socialista fracasó en octubre, cuando tuvo que retirar la propuesta por falta de apoyos.
Un día después de anunciar la decisión, el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, presentó la propuesta de 3.807 millones de euros, que representa el 4% del PIB, y la definió como la más alta en inversión social de la historia del Ayuntamiento. Con ella, el consistorio prevé destinar 438,7 millones de euros a Servicios sociales y promoción social y, 419 en Bienestar comunitario.
En el primer grupo las partidas irán destinadas a cubrir las necesidades básicas de las familias vulnerables, como es la alimentación o los gastos escolares; a las viviendas de emergencia por la crisis inmobiliaria que sufre Barcelona o a las atenciones a personas con dependencia. El segundo tendrá partidas dedicadas a mantener el orden en la ciudad, asegurando la limpieza y la recogida de basura en el espacio público.
La tercera gran política que recibirá una importante cantidad de inversión será Seguridad y Prevención con 396 millones de euros. Además, también se incrementará la plantilla de la Guardia Urbana hasta su máximo histórico con 3.400 agentes.
En total, el consistorio prevé una inversión de 944 millones de euros en toda la ciudad, una cantidad mayor que la que propusieron en el primer intento (905M). De esta cifra, 777,6 millones procederán del consistorio y se destinarán, mayoritariamente, a construir y ampliar la vivienda pública. Además, también se tienen que tener en cuenta los 166,4 millones correspondientes a las actuaciones que se harán a través de Barcelona Serveis Municiapals (BSM), el Institut Municipal de Habitatge i Rehabilitació de Barcelona (IMHAB) y otras entidades.
En cuanto al gasto corriente, el gobierno socialista prevé un incremento respecto al 2023 y lo cifra en 2.940,1 millones de euros, un 6,9% más.
Por otro lado, la cifra del endeudamiento en la capital catalana sigue manteniéndose estable y el Ayuntamiento la sitúa en 31,2%. Mientras que, el ahorro bruto se queda en un 17%. Según Valls esto provoca que el presupuesto siga siendo "ambicioso" pero con precaución.
Proyectos estratégicos
Otra de las partes importantes de este presupuesto son los proyectos de transformación en la ciudad, algunos de ellos ya en marcha y otros a la espera de la aprobación definitiva de las cuentas.
Entre ellos destaca la apuesta prioritaria para construir y ampliar la vivienda pública, a la cual se destinarán 153 millones o, el Pla de Barris, un programa para revertir la desigualdad entre las zonas de Barcelona. Para ello, se prevé la inversión de 30 millones de euros.
Otras de las acciones que se están llevando a cabo son las grandes transformaciones en la vía pública que cambiarán el aspecto de la ciudad, en este grupo se encuentran las obras de La Rambla (ocho millones), las de la Ronda de Dalt (seis millones) o el Mercat de la Abaceria (12,9 millones).
Asimismo, el consistorio trabaja en proyectos para hacer frente al cambio climático y adecuar la capital catalana a sus efectos. La climatización de los centros escolares (13,6 millones) es un ejemplo, al igual que la mejora de la red de aguas freáticas barcelonesas (14,4 millones).
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