La OTAN calcula que 18 miembros aportarán este año el 2% del PIB exigido en gasto militar y España no llegará a esa cifra hasta 2029

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, comparece ante los medios de comunicación en la cumbre de la OTAN celebrada en Vilna (Lituania).
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
DPA / Europa Press
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, comparece ante los medios de comunicación en la cumbre de la OTAN celebrada en Vilna (Lituania).

La OTAN no quiere que nadie se despiste y este jueves su secretario general, Jens Stoltenberg, ha asegurado que los planes siguen en marcha: calcula que este año un total de 18 miembros de la Alianza Atlántica cumplan con el objetivo del 2% del PIB en gasto militar, aunque España no está en ese grupo. El Gobierno prevé invertir en defensa un 1,3% en 2024 y alcanzar la cifra clave en 2029, según el anuncio que ya hizo Moncloa hace algunos meses. 

"Desde que se contrajo el compromiso de inversión en 2014, los aliados europeos y Canadá han destinado más de 600.000 millones de dólares a Defensa. El año pasado se registró un aumento sin precedentes del 11% en todos los aliados europeos y Canadá y este año, espero que 18 Aliados destinen el 2% de su PIB a defensa", expuso el dirigente noruego, y recalcó que se trata de "unas cifras récord" en un momento decisivo para la organización, en plena invasión rusa de Ucrania. Así lo expresó en rueda de prensa antes de la reunión de ministros de Defensa de los países miembros de la organización atlántica.

La cumbre de Gales en 2014 fue la que precisamente fijó ese objetivo, y lo hizo en un contexto parecido al actual, pues se dio justo cuando tuvo lugar la anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia. Ahora, diez años después el escenario casi paralelo lleva a muchos países a replantearse su estrategia de Defensa. El giro más importante se ha visto en Alemania, y esta misma semana el canciller Olaf Scholz ha hecho un llamamiento a los socios europeos para "invertir masivamente" en producción de armamento, no solo para ayudar a Ucrania sino también para preparar al continente para un escenario bélico.

Por otro lado, Stoltenberg ha respondido de nuevo a las palabras de Donald Trump, después de que el expresidente de Estados Unidos asegurase que no daría apoyo a un aliado que no cumpliera con el objetivo de gasto, y que además "animaría a Rusia" a atacar a ese país. El secretario general de la OTAN volvió a tener un mensaje para el magnate. "Con la OTAN, Estados Unidos tiene algo que ninguna otra potencia tiene que son 30 aliados y amigos. Está en el interés nacional de Estados Unidos mantener fuerte la OTAN", expuso.

Le puso como ejemplo lo sucedido hace unos años con la salida de Afganistán, donde los aliados se remangaron para ayuda a las tropas estadounidenses ante la llegada de los talibanes al poder. Asimismo, Stoltenberg no ha querido ser duro con los países que todavía no alcanzan ese 2% de inversión, pero sí resaltó la importancia de aumentar las partidas en Defensa para que haya más equidad. "Este es un argumento válido y es un mensaje trasladado desde sucesivas administraciones estadounidenses, que los aliados europeos y Canadá tienen que gastar más porque no hay un reparto justo", explicó.

Con todo, el mensaje de Donald Trump es un "prepárate" para la Alianza Atlántica. Durante su mandato no fue ni mucho menos un defensor de la organización, y llegó a amenazar con abandonarla. El contexto era menos exigente, mucho menos; por eso cualquier salida de tono ahora puede encender las alarmas. Mientras, el Kremlin mira desde la distancia y no quiso valorar las palabras del (previsible) candidato republicano a las elecciones de noviembre. "Soy el portavoz de Putin, no el de Trump", dijo el secretario de prensa de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, al ser preguntado por la cuestión. Patada hacia adelante conscientes en Moscú de que el escenario con Trump les puede ser más beneficioso desde el punto de vista estratégico.

La UE también cierra filas contra las palabras de Trump. "Durante esta campaña vamos a escuchar y ver muchas cosas. Seamos serios, la OTAN no puede ser una alianza militar a la carta, que funciona dependiendo en el humor del presidente de Estados Unidos", apuntó el Alto Representante, Josep Borrell, en referencia a los meses que vienen antes de las elecciones estadounidenses. Para el jefe de la diplomacia europea no hay grises en esta cuestión: la Alianza "existe o no existe" por lo que no se puede estar en ella a medias. Esa tibieza respecto a la OTAN fue de hecho un problema durante los años de Trump como presidente.

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