La prometida ofensiva sobre el sur de Gaza ha comenzado este lunes. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha cumplido con su palabra dando luz verde a un ataque masivo contra Rafah que ha dejado más de 100 muertos, según la agencia palestina de noticias Wafa. De esta manera, el líder israelí ha consumado su intención, anunciada este domingo, de atacar la zona fronteriza con Egipto para "acabar con los últimos batallones terroristas" de Hamás, Durante el ataque, una unidad del Ejército israelí ha liberado a dos rehenes en lo que han calificado de operación "heroica, cualitativa y exitosa".
El Ejército israelí lanzó un ataque contra el campo de refugiados de Shabura. A la par, las fuerzas israelíes también llevaron a cabo diversos bombardeos a lo largo de la zona sureña de Gaza, un enclave que actualmente cuenta con una población hacinada de 1,4 millones de personas, cinco veces mayor a las 280.000 asentadas en este lugar antes del 7 de octubre.
Los bombardeos "también tuvieron como objetivo zonas cercanas a la frontera con Egipto", por lo que muchos muertos y heridos tuvieron que ser evacuados a centros hospitalarios. "Fuentes sanitarias en Rafah dijeron que unos 100 ciudadanos, entre ellos niños y mujeres, murieron, y cientos más resultaron heridos", aseguró Wafa.
De acuerdo con medios locales, otros cuarenta ataques fueron perpetrados por aviones de combate hacia "mezquitas y casas donde se encontraban personas desplazadas", a la par que algunos buques de guerra también bombardearon el enclave.
En la zona de Deir Balah, en el centro de la Franja, por otra parte, otro ataque también ha causado la muerte de al menos 15 palestinos. Como consecuencia de los bombardeos, "un gran número de heridos" tuvo que ser trasladado hasta el Hospital de Kuwait, en la misma localidad.
En Jan Yunis, al sur de la Franja, también han muerto al menos siete personas que se encontraban en los patios del Hospital Al Nasser. "Los francotiradores israelíes han matado a siete ciudadanos y herido a catorce trabajadores del personal y desplazados en los patios del Complejo Médico Al Nasser", ha asegurado el portavoz del Ministerio de Sanidad gazatí, Ashraf al Qidra.
Por su parte, el comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Lazzarini, ha alertado que desde este domingo la ONU no ha podido operar con el nivel mínimo de protección que ofrece la policía local y que sus camiones fueron saqueados. Según Lazzarini, muchos policías han muerto en los últimos días, por lo que las fuerzas del orden locales podrían dejar de funcionar. "Los próximos días nos dirán si somos capaces de continuar operando en un ambiente extremadamente difícil", dijo.
Liberados dos rehenes
Todos estos enfrentamientos han tenido lugar en una jornada en la que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han conseguido liberar a dos rehenes capturados el pasado 7 de octubre. Se trata de Fernando Simón Marman, de 60 años, y Norberto Louis Har, de 70, dos argentinos secuestrados en el kibutz Nir Yitzhak. Ambos se encuentran sanos y "en condición estable", según informó el doctor Arnon Afek, director del hospital Shebea, donde fueron atendidos tras su liberación.
Su puesta en libertad ha tenido lugar gracias a la colaboración de las FDI, el Servicio de Inteligencia y Seguridad Nacional (Shin Bet) y la Policía. "Las fuerzas de seguridad seguirán trabajando por todos los medios posibles para recuperar a los secuestrados", reza un comunicado.
Al hilo de este rescate, el portavoz del Ejército israelí árabe, Avichai Adrai, ha detallado que la operación ha sido "heroica, cualitativa y exitosa". Esta tuvo lugar cuando "los agentes llegaron en secreto al lugar del objetivo y realizar una operación muy compleja en el edificio en el que estaban retenidos", agregó.
Adrai ha detallado que los argentinos se encontraban en el segundo piso del inmueble junto a varios hombres armados, a quiénes se tuvieron que enfrentar los soldados israelíes. "Las fuerzas irrumpieron en el edificio y lograron su liberación", aunque en esta compleja operación fallecieron al menos 67 personas, según indicaron las autoridades sanitarias de Gaza.
Borrell muestra su preocupación
El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha mostrado este lunes su preocupación por el plan que ha iniciado Netanyahu para ampliar la ofensiva al sur de la Franja. "Si lanzan una ofensiva contra un área altamente poblada, con más de 1,5 millones de personas estrelladas contra un muro, no pueden escapar. Cuando hay una guerra, la gente escapa, pero la gente en Gaza no puede escapar. Están con las puertas cerradas. Están siendo bombardeados sin que puedan escapar", aseguró Borrell.
De igual manera, también ha advertido que el número de muertos en la guerra está siendo "muy alto" y, ante la nueva ofensiva israelí pidió que se les deje de dar armas. Asimismo, también señaló que cada vez se alzan más voces en todo el mundo alertando de que las acciones de las tropas de Netanyahu en la Franja de Gaza son "desproporcionadas" y "excesivas", incluyendo las del presidente de EEUU, Joe Biden, cuyo país es el principal aliado de Israel.
"Mi pregunta es ¿más allá de las palabras, qué más se cree que hay que hacer? Si crees que el número de muertes es muy alto ¿tienes alguna posibilidad para reducirlo?", dijo Borrell en declaraciones a la prensa, a su llegada a la reunión que los ministros de Cooperación de la Unión Europea celebran este lunes en Bruselas. "La UE no da armas a Israel, lo hacen otros. Si crees que el número de muertos es muy alto, quizás puedas hacer algo para reducirlo", continuó.
Netanyahu justifica los ataques
El ataque anunciado este domingo, indicó Netanyahu, estaba planeado para permitir, además, la marcha segura de la zona de la población. "Vamos a hacerlo mientras concedemos paso seguro a la población civil para que se marche", indicó, según recogió la cadena estadounidense ABC.
A pesar de sus afirmaciones existe un gran desconcierto sobre los palestinos asentados en la zona, pues la frontera con Egipto está cerrada y el enclave está rodeado de soldados y tanques israelíes, por lo que esta zona podría convertirse en una ratonera si los ataques continúan, según han advertido las ONG asentadas en el lugar.
Netanyahu, lejos de tener en cuenta las advertencias, ha asegurado que no contempla detener los ataques, pues considera imprescindible acabar con la infraestructura militar de Hamás. "Es imposible alcanzar el objetivo de guerra de eliminar a Hamás y, al mismo tiempo, dejar cuatro batallones de sus batallones en Rafah", detalló el pasado viernes.
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