La magnitud del conflicto entre Israel y Palestina ha llegado incluso a influir en el mundo del deporte, con figuras de diversos ámbitos posicionándose en público al respecto y generando, en muchas ocasiones, bastante polémica.
El último ente en pronunciarse ha sido la Federación de Fútbol de Irán, que ha instado este sábado a la FIFA a suspender a Israel de todas las actividades relacionadas con el deporte rey por los “crímenes de guerra en Gaza y la masacre de inocentes civiles, incluidos jugadores, entrenadores y árbitros”.
"La Federación de Fútbol de la República Islámica de Irán hace una enérgica petición a la FIFA (…) tomar medidas inmediatas y serias para impedir la continuación de estos horribles crímenes", indicó el organismo deportivo en un comunicado, que urgió a adoptar medidas para proporcionar alimentos, agua y medicamentos a los "civiles inocentes en Gaza".
“Sin duda, la acción inmediata de la FIFA, las asociaciones de fútbol y los sindicatos miembros será un símbolo de filantropía y la implementación de la carta de la comunidad mundial del fútbol en el ámbito de las responsabilidades sociales y humanas”, aseveró la organización iraní, que busca para Israel una sanción como las de Rusia y Bielorrusia por la guerra en Ucrania.
Más de 28.000 personas han muerto en Gaza en los ataques de Israel en represalia a los atentados del 7 de octubre del grupo palestino Hamás en los que fueron asesinadas 1.200 personas. Irán, que es considerado uno de los principales enemigos de Israel, ha condenado reiteradamente la agresión israelí contra los palestinos, manifestando su apoyo a los grupos de Resistencia.
Teherán lidera el llamado Eje de la Resistencia, una alianza informal formada por organizaciones militantes como el movimiento Hamás, su brazo armado la Yihad Islámica, Hizbulá y los rebeldes hutíes de Yemen, entre otros. Además, la República Islámica de Irán no reconoce a Israel como Estado y no permite a sus deportistas competir con israelíes desde entonces.
Incluso en agosto de 2023, las autoridades iraníes suspendieron de por vida a un levantador de pesas del país persa que “cruzó todas las líneas rojas de la República Islámica” por dar la mano a un contrincante israelí en una competición en Polonia, y ahora ese rechazo ha pasado al mundo del fútbol.
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