El Gobierno de momento no tiene constancia de que la protesta del sector agrícola, que hoy viven una jornada clave con la convocatoria de paros de las organizaciones agrarias, estén produciendo de momento problemas de desabastecimiento en las superficies comerciales, pero se mantiene "alerta" porque "las cosas pueden cambiar". Así lo ha advertido este jueves el ministro de Transportes, Óscar Puente, que ha reiterado que las fuerzas y cuerpos de Seguridad actuarán para evitar que las tractoradas y otros actos de protesta bloqueen el transporte de mercancías.

"De momento, lo que nos trasladan es que no apunta a eso [al desabastecimiento], pero tenemos que estar alerta porque las cosas pueden cambiar", ha afirmado Puente en una entrevista en Espejo Público sobre la posibilidad de que las protestas agrícolas terminen produciendo escasez de alimentos y otros artículos en los comercios. 

"La cosa no está en riesgo pero puede cambiar. Los transportistas están teniendo serias dificultades y lo único que piden es trabajar", ha añadido un día después de recibir en el Ministerio a las asociaciones del sector, que garantizaron al Gobierno que no secundarán el paro convocado para este sábado por la minoritaria Plataforma F-6 pero le exigieron también que garantice la libre circulación de mercancías y de personas.

En ese encuentro se les explicó que los ministerios de Transportes y de Interior trabajan "mano a mano" para asegurarlo y este jueves Puente a reiterado que así será. "Nos piden que garanticemos esa libre circulación y eso es lo que vamos a hacer", ha dicho.

España defiende mismas garantías en la UE

Las protestas de agricultores y ganaderos vivirán este jueves una jornada crucial porque a la protesta espontánea que desde hace días protagoniza parte del sector se unirán las principales organizaciones agrarias, Asaja, COAG y UPA. Reclaman reducir la burocracia y, sobre todo, cargan con los acuerdos de libre comercio que firma la UE con terceros países, con exigencias más laxas para sus productos agrícolas de las que están obligados a cumplir agricultores y ganaderos europeos, que hacen que sus productos se encarezcan con respecto a los que vienen de fuera.

Puente ha reconocido esta reivindicación que, ha recordado, coincide con lo que defiende España dentro de la UE, que estos tratados de libre comercio tengan una "cláusula espejo" según la cual se exija los mismo a las importaciones que a los producido en territorio europeo. Sin embargo, ha explicado que de momento esto no ha sido posible por la oposición de los países del norte de la UE, netamente importadores y más interesados en que lo precios sean bajos.

"Se necesita unanimidad en la UE", ha dicho Puente sobre el motivo por el que no se exigen las mismas condiciones fitosanitarias a las importaciones, como también querría España. "Somos un país de productores y exportadores pero en la UE hay países que son sobre todo importadores, una cláusula espejo incrementaría los precios en estos países y se niegan".

Protesta "legítima" y demanda "razonable"

Puente ha calificado de "razonables" estas demandas fruto del "descontento" en el mundo agrario y, de forma más amplia, ha dejado claro que el Gobierno considera "legítimas" y "respeta" las protestas dentro de un sector "muy plural" donde existe un "indudable malestar" porque "el trabajo en el campo va muy justo de márgenes". Ha afirmado que "hay elementos de mejora que introducir en toda la cadena", sobre la que el año pasado se aprobó una ley que prohibía las ventas a pérdidas.

Sin embargo, en la protesta también están apareciendo ciertos elementos políticos, como una plataforma cuyos líderes están vinculados a Vox, que reclaman la eliminación de la Agencia 2030 o se disponen a marchar con sus tractores a la sede del PSOE, en la calle Ferraz, en Madrid. Sin querer darles mucha importancia y tras reconocer que las protestas tienen "cierto grado de espontaneidad y malestar legítimo", Puente ha reconocido que "también hay gente que se aprovecha para desestabilizar el país".