El Ayuntamiento de Barcelona ha abierto un proceso participativo para modificar la ordenanza de convivencia de la capital catalana. Esta decisión se incluye en el Pla Endreça del gobierno de Jaume Collboni, con el que espera ordenar la ciudad solucionando los problemas de limpieza y mantenimiento de la vía pública, seguridad y civismo.
Con la modificación de la normativa, el consistorio quiere adaptarla a las “nuevas necesidades” del territorio y sus habitantes, así como a la legislación vigente, ya que la actual se aprobó hace 18 años, en 2006. Para ello, ha abierto un proceso a través de la plataforma online ‘Decidim.Barcelona’, en la que los ciudadanos podrán expresar los cambios que consideran necesarios, como por ejemplo, incrementar la cuantía de las sanciones, algo que el consistorio no ha descartado.
Según Montserrat Surroca, comisionada de Convivencia, han abierto el proceso porque quieren que “todo el mundo sienta suya la ordenanza". El portal se podrá usar hasta el 4 de marzo y también se podrán aportar modificaciones de manera presencial en tres sesiones convocadas el 12, el 21 y el 28 de febrero en el Eixample, Sant Martí y Ciutat Vella, respectivamente.
Este martes, además, se ha constituido la Comisión de Seguimiento de la reforma, que tendrá la función de velar para que el procedimiento de participación se haga "con todas las garantías".
La comisionada también ha señalado que otro de los objetivos de la reforma de la ordenanza es “asear un poco” y “mejorar la convivencia” en la ciudad, después de que, en los últimos años problemáticas como los botellones, las pintadas o los ruidos hayan sido algunas de las principales preocupaciones de los barceloneses.
Una vez se cierre el plazo para añadir más propuestas, el Ayuntamiento prevé hacer un informe con los resultados del proceso. Además, según ha explicado Surroca, el gobierno municipal hablará con la oposición este viernes y espera que los grupos, al igual que los ciudadanos, también se impliquen y participen en la modificación.
En cuanto al incremento del importe de las multas que castigan “determinados comportamientos”, la comisionada ha reconocido que el gobierno municipal cree que en el texto actual hay sanciones con importes “insuficientes”. Sin embargo, ha dicho que antes de cualquier decisión, quieren “profundizar mucho más en la corresponsabilidad de la ciudadanía y los agentes sociales y económicos”. La previsión del Ayuntamiento es que la nueva ordenanza se pueda aprobar a finales de 2024.
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