Las muertes violentas de tres agricultores -dos de ellos en Navarra y otro en Lleida- han llevado a que la ciudadanía se pregunte si hay un presunto asesino en serie en España. Las víctimas son Pedro Oyón, José Luis Aguado y Ramón Russell y debido a las semejanzas que existen entre los casos, los agentes de la Policía Nacional, la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra se encuentran investigando si existe alguna relación entre ellos. Los tres hombres tenían más de 65 años y se encontraban trabajando solos en el campo en el momento en que fueron asesinados.
La primera víctima mortal es Pedro Oyón. Tenía 68 años y fue hallado el 22 de noviembre del año pasado en un campo de olivos ubicado en la localidad navarra de Tudela. Su cuerpo presentaba signos de violencia, concretamente, al menos media docena de heridas realizadas con un arma blanca y también varios traumatismos. En el lugar donde se halló el cadáver no se encontró el objeto que le causó las heridas, según informó en aquel entonces el diario Noticias de Navarra.
El agricultor, que tenía dos hijas y vivía en el barrio de Lourdes, había salido en la mañana del mismo miércoles en que fue encontrado su cadáver a recoger aceitunas. Las horas pasaron y Oyón no volvía a casa, lo que preocupó a su esposa y la llevó a denunciar su desaparición ante las autoridades. En el dispositivo de búsqueda participaron tanto agentes de la Policía Nacional como de la Policía Local.
Horas más tarde los agentes encontraron su cadáver, lo que conmocionó a todo su entorno. Oyón trabajó durante la mayor parte de su vida en el Hospital Reina Sofía de Tudela, donde ocupó varios puestos, y después pasó a ser celador del Centro de Salud Tudela Este. Según indicaron a los medios navarros sus allegados, Oyón era un hombre tranquilo, educado y también reservado.
A unos 20 kilómetros de Tudela, en el municipio navarro de Ribaforada, se encontró un mes más tarde el cuerpo de sin vida de José Luis Aguado, un agricultor de 80 años que estaba casado y tenía dos hijos. Sus allegados lo vieron salir el pasado 21 de diciembre al huerto, donde recolectaba berzas y cardos, pero las horas pasaron y tampoco volvía. Sus familiares salieron a buscarlo y lo encontraron muerto en el campo junto a su motoazada y al remolque que utilizaba. Sin embargo, su coche -un Opel Astra de color rojo- no estaba en el lugar de los hechos.
Según indicó el Diario de Navarra, el cadáver de Aguado presentaba varias heridas en la cabeza y en un principio se pensó que su muerte podría haber sido accidental. Además, la autopsia practicada al cadáver apuntó que las heridas de su cuerpo podrían haber sido ocasionadas por la motoazada con la que trabajada. No obstante, el hecho de que el vehículo del agricultor no se hubiese encontrado en la escena no terminaba de encajar con dicha hipótesis. Más tarde, las autoridades hallaron el coche cerca del lugar donde fue encontrado muerto Ramón Russell, otro agricultor. De hecho, este ha sido el hallazgo que ha llevado a que se investigue si hay conexión entre los casos.
Ramón Russell tenía 85 años, vivía en la localidad leridana de Vilanova de la Barca y trabajaba en el campo. El agricultor, había salido el pasado 5 de enero a podar árboles frutales y al ver que no regresaba su mujer decidió ir a buscarlo a la parcela, donde lo encontró muerto. Según han informado los medios locales, Russell habría sido asesinado con unas tijeras y al parecer solo le habrían robado el coche, casualmente otro Opel Astra, pero de color gris. Tras la muerte Russell su mujer abandonó el municipio, pero ya ha regresado, informó Antena 3.
Las investigaciones apuntan a que su agresor estaba huyendo cuando cometió el asesinato y que se escapó en el vehículo de la víctima. Más tarde se supo que el presunto asesino se saltó un control policial y salió de España. Llegó hasta Andorra por La Farga de Moles y salió una hora más tarde por Pas de la Casa. Las cámaras de seguridad de los puntos fronterizos también confirmaron que el coche entró a Francia, motivo por el cual España ha pedido la colaboración, a través de la Interpol, de las autoridades francesas para intentar detenerlo. El coche fue abandonado en un área de servicio y hasta ahora no se ha logrado identificar al presunto autor de los hechos.
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