La irreverencia ha sido siempre una característica de Pablo Carbonell desde sus inicios en la televisión, una irreverencia surgida seguramente de pertenecer a uno de los grupos más descarados de los años 80, Los toreros muertos.
A lo largo de su carrera, el actor y humorista gaditano ha protagonizado momentos históricos e insólitos en la pequeña pantalla, especialmente en su primera etapa. Ahora, Carbonell ha vuelto a demostrar que sigue sin sentirse incómodo en momentos un tanto irracionales.
Este lunes se ha hecho viral un vídeo en el que el artista se sube al escenario durante el III Concierto solidario de Navidad de Misiones Salesianas, celebrado el 5 de diciembre en Madrid, para interpretar, con orquesta filarmónica y coro incluidos, Mi agüita amarilla, una de las canciones más icónicas del grupo del que fue líder y voz.
El tema forma parte del primer disco de Los toreros muertos, 30 años de éxitos, lanzado en 1986. Casi 40 años después de su publicación, a los usuarios no ha podido sorprenderles más ver a Carbonell vestido de esmoquin mientras entona "Y creo que he bebido más de 40 cervezas hoy..." acompañado por la Studio Live Orchestra.
En una entrevista concedida a 20minutos en enero, el actor gaditano recordó algunos de los mejores momentos que vivió con vocalista y líder del grupo español, como aquella vez que actuaron "en una fiesta de sicarios de la guardia pretoriana de Pablo Escobar".
"Era el año 88 y entonces mucha gente envidiaba ser invitado a esas fiestas. Escobar era una especie de Padrino. Un hombre que venía de las clases más desfavorecidas y quería echar una mano abriendo escuelas o montando un equipo de fútbol, pero la cosa acabó como acabó. Fue gente que escribió páginas sangrientas en la historia de Colombia. A posteriori, me di cuenta de lo peligroso que fue aquello, pero en aquel momento yo tenía un sentimiento profundo de inmortalidad", explicó.
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