Carminho: "No sé si las cosas están predestinadas, pero el fado siempre ha estado dentro de mí"

Carminho
Carminho actúa en el teatro La Latina.
FernandoTomaz
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Dice Carminho que empezó a practicar el fado incluso antes de nacer, desde el vientre de su madre, la también fadista Teresa Siqueira. A sus 39 años, relata por teléfono, sigue practicando este género musical en su último álbum, Portuguesa, que la cantante lusa define como un ejercicio de estilo y como un reflejo de su vida, dedicada a esta tradición artística. Uno de los temas del disco, O quarto, forma parte de la nueva película de Yorgos Lanthimos, Pobres criaturas, nominada a mejor banda sonora en los Oscar y en la que la fadista hace un pequeño cameo. Maria do Carmo, su verdadero nombre, una de las voces más relevantes del panorama actual de la música portuguesa, actúa este 6 de febrero en el Teatro La Latina de Madrid, dentro del ciclo Banco Mediolanum Summum Concert Series.

¿Qué hay de nuevo y qué hay de tradicional en su sexto álbum de estudio?Me interesó construir un repertorio que se inscribiera en la memoria del género, pero manipularlo para inscribir un discurso propio, que tuviera mis propias palabras. El fado tiene una plasticidad que te permite reinterpretar canciones antiguas: puedes componer nuevas melodías para textos antiguos y viceversa. Eso hace que el género esté vivo y que sea el instrumento de mi vida.

Las mujeres también podemos componer y escribir, no solo cantar

Dijo que su anterior trabajo, Maria, representaba a todos los portugueses. ¿En Portuguesa se centra más en la experiencia femenina?El título evoca el lado femenino del fado, que es importante resaltar. Aunque la mujer solía ser la que brillaba como cantante, antiguamente había un dominio masculino del poeta y del compositor en esta música. No tengo una visión fundamentalista, pero quiero demostrar que las mujeres también podemos componer y escribir, no solo cantar. Portuguesa tiene una mirada femenina sobre la poesía y sobre la música del fado.

El concierto incluirá su último trabajo 'Portuguesa'.
El concierto incluirá su último trabajo, 'Portuguesa'.
CEDIDA

¿Puede dar un ejemplo?La canción Simplemente ser, que compuso la increíble Rita Vianl. Este tema es un grito de resistencia, de dos mujeres cantando, abriéndose camino en el mundo. De hecho, ella y yo cantamos juntas en la canción, que son nuestras voces a capela, y eso transmite que estamos siendo vulnerables, haciendo algo difícil, sin red, y de forma muy íntima.

En el fado se suele utilizar un lenguaje lírico tradicional. ¿Cree que hay cabida, por ejemplo, de ilustrar el desamor hablando de las interacciones en Instagram?Sí, me parece que se está avanzando hacia eso. Creo que, al igual que la propia lengua portuguesa está en constante mutación, también cambia el fado, aunque sea a una velocidad distinta. Recuerdo que, cuando en mi primer disco utilicé la palabra "coche" en una letra, mucha gente me dijo: "¿Cómo es posible que utilices esa palabra en un fado? ¡No es una palabra bonita!".

El fado tiene un ritmo que se asemeja a una pulsación cardiaca, que responde a la voz o a la palabra

¿Por qué les sorprendía?Porque el fado tiene una relación íntima con la poesía, y se adscribe a una tradición de contención lírica. Además, es un género bastante rígido y resistente a los cambios, quizá por estar arraigado en una cultura que nació hace 200 años. Cuando aparecen esos cambios, siempre estamos frente a un dilema: ¿Esto será absorbido e integrado por el género o quedará como un caso aislado?

¿Y se puede fusionar con géneros más modernos como el rap, trap o electrónica?Cada artista puede hacer los experimentos que quiera, yo no soy castradora de nada. Ahora… si lo que resulta de eso es un fado o no, yo no lo sé. El fado tiene un ritmo que se asemeja a una pulsación cardiaca, que responde a la voz o a la palabra. Ahí puede haber un choque con, por ejemplo, la música electrónica, y tiene que ceder uno de los dos.

Lleva dedicándose a esto más de 20 años. ¿Cómo es ser una cantante de fado en el siglo XXI?(Ríe) Tengo una vida normal, como la de cualquier chica. Para mi trabajo me inspiro mucho de otros cantantes, pero también de otros tipos de arte, como la literatura, las artes visuales…

Estudié Publicidad, fue mochilera y realicé voluntariado antes de cantar fados

La palabra "fado" proviene del término "fatum", que significa "destino" en latín. ¿Considera que estaba predestinada a ser fadista?No sé si las cosas están predestinadas, pero ahora es mi destino, desde luego. En su momento lo escogí, y no sé si habría podido escoger otra cosa, porque es algo que estaba dentro de mí. También tengo muy claro que el fado me escogió a mí de alguna manera. Es un poco místico, esto de la vocación. Cuando te das cuenta de que tienes un don, este ya estaba viviendo dentro de ti. Por eso, creo que hay una mezcla entre tener la predisposición para triunfar y trabajar mucho para lograrlo.

¿Hubo algo que la impulsara a dar ese salto?Para mí la música siempre fue algo tan orgánico y omnipresente: desde pequeña cantaba, estaba en casas de fado... Pero tampoco crecí pensando que me dedicaría a ello de forma profesional. Después de estudiar una carrera en Publicidad, me fui a hacer un viaje por el mundo de mochilera, haciendo voluntariado y trabajo humanitario. Eso me dio una perspectiva de lo que yo era y de lo que quería transmitir. Y solo entonces saqué mi primer disco.

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