Un vehículo todoterreno de la marca Range Rover que perteneció a la difunta reina Isabel II de Inglaterra ha salido al mercado por más de 200.000 libras esterlinas (unos 234.000 euros).
Tal y como recoge el Mirror, el coche fue modificado en su día para el uso especial por parte de la casa real e incluye un juego de asideros utilizados por la difunta reina para facilitar la entrada al vehículo. También llegó a tener una sirena de policía, aunque ahora se ha eliminado.
No solo lo conducía la reina Isabel, sino que también lo hacía su marido, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, que como su mujer era un gran aficionado al motor.
De hecho, en el año 2016, durante una visita de estado del entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su esposa Michelle, el duque los llevó a bordo del Range Rover ahora a la venta.
Jack Morgan-Jones, de Bramley Motor Cars, la empresa encargada de vender el coche, dijo a Sky News: "Cualquiera puede comprar un Ferrari nuevo, pero no todo el mundo puede comprar el coche de la reina".
El automóvil ha tenido dos propietarios diferentes desde que fue vendido por la realeza hace varios años, siendo el primer comprador un coleccionista y el segundo un "tipo local al que le encantaba la historia detrás de él".
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