Vecinos y entidades sociales no han podido parar esta vez el desahucio de Blanca, la vecina de 78 años del barrio Gótico de Barcelona a la que pedían echar de su casa por un impago de 177 euros. Finalmente, este jueves, una comitiva judicial ha expulsado a la anciana de su casa, donde ha vivido más de 55 años. "Blanca dormirá esta noche en un hotel, fuera del barrio", ha denunciado la plataforma vecinal Resistim al Gòtic.
El conflicto se remonta a 2017, cuando Blanca y los dueños del domicilio acordaron obras para mejorar la vivienda. Al hacerlas, estipularon que la propiedad asumiría los costes, pero aumentaría el precio del alquiler 88,8 euros mensualmente. Sin embargo, al terminarse las obras, la mujer no pagó las dos primeras mensualidades porque creía que las mejoras no se adecuaban a lo pactado. Tras esto, los propietarios la denunciaron y pidieron su expulsión del domicilio.
El último intento de desahucio se aplazó en diciembre. Entonces, la propiedad aceptó negociar un alquiler para Blanca a precio de mercado y estipuló que debía pagar 1.000 euros mensuales (el contrato anterior era de 340 euros). Como la mujer no podía hacer frente a ese pago, ya que cobra una pensión de 500 euros, se acordó que el Ayuntamiento pagaría el resto para ayudarla. Sin embargo, “un cambio de criterio político, a última hora y sin margen, rompe un acuerdo que ya estaba cerrado”, ha denunciado la asamblea Resistim al Gòtic.
Culpan al Ayuntamiento
En un comunicado, la plataforma vecinal ha culpado directamente al consistorio y ha pedido explicaciones al alcalde, Jaume Collboni y a la líder del área de Derechos Sociales, Maria Eugènia Gay. A su vez, también han exigido que se realoje a la mujer en la vivienda pública en la que se quedará.
El colectivo ha afirmado que el Ayuntamiento ha rechazado el acuerdo en último momento y con argumentos “absurdos, poco coherentes y creíbles”. Asimismo, ha reconocido que los pagos de cuotas de alquiler a propietarios “especuladores” no atacan de raíz la problemática, pero han defendido que permiten que personas como Blanca, en procesos de desahucio, puedan vivir en su hogar habitual hasta que se les asigna una vivienda de emergencia.
La propiedad ha rechazado esta opción
Por su parte, fuentes del Ayuntamiento han explicado que el problema en este caso es que el consistorio no puede avalar pagos de terceros, tal y como estaba reclamando la propiedad. Por eso, acordaron abonar en forma de ayuda de emergencia social el dinero a la mujer.
El consistorio ha insistido en que no puede avalar, pero sí otorgar ayudas de emergencia. Por eso, se comprometió a abonar esta ayuda de emergencia hasta que la mujer dejara la vivienda y fuera a un piso público. Sin embargo, han dicho que la propiedad ha rechazado esta opción.
El Ayuntamiento ha indicado que durante los próximos días Blanca podrá ir a recoger sus pertenencias.
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