Al menos tres personas han muerto y cerca de 50 han resultado heridas en China y Kazajistán a causa de un terremoto de magnitud 7,1 en la escala Richter registrado en la provincia china de Xinjiang, cerca de la frontera con Kirguistán.
El terremoto sacudió esta madrugada la región de Xinjiang, al noroeste del gigante asiático, donde las autoridades han indicado que tres personas han muerto y al menos cinco han resultado heridas en la zona, así como también ha dejado daños en viviendas e infraestructuras, según medios locales.
De las cinco personas que resultaron heridas a consecuencia del temblor, dos de ellas están graves y todas son residentes en un pueblo de la prefectura de Kizilsu, según ha indicado el diario Global Times. Asimismo, se vinieron abajo 47 casas y numerosos establos situados en las cercanías del epicentro, además de quedar interrumpido parcialmente el suministro eléctrico, que ya ha sido restituido.
Por su parte, las autoridades de Kazajistán han confirmado que por el momento se han notificado 44 heridos en la ciudad de Almaty, cercana a la frontera con Kirguistán y al oeste de la frontera con China. La gran mayoría han sido trasladados a hospitales de la zona con heridas de diversa gravedad.
El seísmo se ha registrado a las 2.09 hora local (19.09 hora española) a unos 130 kilómetros al oeste de la ciudad de Aikol, en Xinjiang, y a unos 50 kilómetros del condado de Wushi de la prefectura de Aksu, con epicentro a 22 kilómetros de profundidad. El Centro de Redes Sismológicas de China ha indicado que Wushi ha sido de las más afectadas, con cinco poblaciones localizadas dentro de un radio de 20 kilómetros.
El área afectada se sitúa en una región montañosa poco poblada cercana a la frontera de China con Kirguistán, a un promedio de 3.048 metros sobre el nivel del mar y donde la temperatura anoche era de unos diez grados bajo cero.
La sacudida fue perceptible en varias ciudades de Xinjiang como Kashgar, Hotal y la capital, Urumqi, en la que temblaron incluso los pisos más altos de los edificios, según el testimonio de residentes a medios locales. "Pensé que el terremoto me iba a tirar de la cama", manifestó Cao Yanglong, quien se alojaba durante un viaje de negocios en el piso 21 de un hotel en Aksu.
Las autoridades han desplegado varias dotaciones de los equipos de búsqueda y rescate en las inmediaciones, a pesar de que se hayan registrado varias réplicas, la mayor de ellas de magnitud 5,3. En total, mantienen movilizadas a 800 personas, 182 vehículos y 32 perros de búsqueda por si fuera necesaria su actuación.
Mientras, el Ministerio de Gestión de Emergencias y otros organismos estatales han hecho llegar al condado de Wushi 1.000 tiendas de campaña y 5.000 camas plegables, así como calentadores, mantas y ropa de abrigo. El departamento de ferrocarriles informó de la paralización del servicio para inspeccionar las vías, puentes y otras infraestructuras situadas en la zona del temblor.
El pasado 18 de diciembre, al menos 151 personas perdieron la vida en un terremoto de magnitud 6,2 que sacudió las provincias de Gansu y Qinghai, en el noroeste de China, donde también dejó graves daños en infraestructuras y más de 200.000 viviendas destruidas.
El temblor de diciembre fue el más mortífero registrado en el país asiático desde el sucedido en agosto de 2014 en la provincia meridional de Yunnan, que causó 617 fallecidos.
Comentarios