Los Presupuestos Participativos del Ayuntamiento de Valencia se mantendrán, pero con cambios para aumentar su representatividad e implicar a capas más amplias de la población y de los barrios. Tras el relevo en el Gobierno local, el nuevo Ejecutivo está estudiando posibles modificaciones tanto desde el punto de vista conceptual como de la viabilidad técnica de algunas propuestas que medita introducir: por ejemplo, el voto presencial y no solo telemático, y la distribución por barrios de modo que no haya núcleos infrarrepresentados. El servicio de Participación se encuentra en estos momentos en un proceso "de análisis y de escucha" para materializar este cambio.

Bautizados como Decidim VLC, fueron puestos en marcha por el anterior Ejecutivo de izquierdas, primero bajo la dirección política de València en Comú, la marca de Podem, y en el anterior mandato con el PSPV al frente. La voluntad de la Corporación actual pasa por mantener la dotación presupuestaria, fijada en la última edición en 8 millones de euros por anualidad.

Sin embargo, la fórmula cosechó críticas tanto por el método como por su baja participación, lo que hacía que algunas propuestas salieran adelante con apenas varias decenas de apoyos y sin contar con el tejido asociativo y vecinal de los barrios. Como ejemplos más polémicos, algunos carriles bici o los arcos chinos del barrio de la Roqueta. Ahora, bajo la dirección de la primera teniente de Alcalde, María José Ferrer San Segundo, el PP pretende llevar a la práctica los cambios que propuso en su programa electoral fruto de sus objeciones a la fórmula anterior.

"Detectamos unas capas amplias de población que tenían reticencias, cuando no una oposición frontal. Se trata de hacer una reformulación que atraiga a más gente, porque eso permitirá determinar cuál es la auténtica voluntad popular", explica la concejala. "Lo primero es que se van a mantener; lo segundo, que habrá un cambio para que la gente vea que es un instrumento que puede ser útil, y luego se harán esas correcciones o modificaciones. Pero para ser rigurosos se requiere de un buen análisis que no sea unilateral, escucha a colectivos y sesiones de estudio o análisis con los propios técnicos, y en eso estamos", añade San Segundo.

Uno de los aspectos que más criticó el PP durante el anterior mandato fue el bajo grado de ejecución de los proyectos una vez aprobados, ya que han llegado a dilatarse varios años hasta su materialización. Además, con el modelo actual, cada distrito cuenta con una cantidad asignada. A su vez, cada ciudadano o colectivo puede hacer propuestas, que pasan dos cribas de los técnicos municipales para validar su viabilidad, y finalmente se eligen los más votados hasta agotar el presupuesto. Este modelo también ha recibido quejas por la distribución territorial, ya que los barrios más poblados dentro de un distrito han copado en ocasiones los proyectos al disponer de más apoyos, algo que ahora se pretende corregir.

Una de las posibilidades que el PP puso sobre la mesa el anterior mandato pasaba porque los vecinos puedan alegar que un determinado proyecto no es representativo o necesario para su barrio. El Ayuntamiento está analizando la viabilidad técnica de esta posibilidad, que ha introducido por ejemplo Madrid, así como su valor a la hora de computar, aunque se trata de un aspecto que todavía no está cerrado. Por otro lado, la posible introducción del voto presencial acabaría con la brecha digital que actualmente afecta a este proceso al estar habilitado solo el telemático.

Una vez el Ayuntamiento de Valencia culmine el proceso de escucha, de validación técnica y de estudio y análisis (también comparando con otras ciudades), comenzará la fase de redacción de las bases, que podría comenzar en un mes.

Los Consejos de Distrito se activan

El Ayuntamiento de Valencia ha activado ya los Consejos de Distrito en las 10 Juntas Municipales de la ciudad. Las sesiones constitutivas comienzan mañana martes con las de Pedanies Nord y Sud, y se celebrarán todas en el mes de enero, entre esa fecha y el miércoles 31. Estos órganos acercan la participación a los distritos, con sus barrios y pedanías, e intensifican la implicación de la ciudadanía en el gobierno y la administración de la ciudad. Las sesiones de los Consejos son públicas, en modalidad presencial o telemática.