¡Sí se puede! Se puede acordar y pactar sin rubor entre adversarios políticos cuando las circunstancias lo requieren. Hace tan solo un par de días, en el Congreso de los Diputados, Alberto Núñez Feijóo dio su visto bueno a tramitar la reforma del artículo 49 de la Constitución para eliminar el término disminuido y sustituirlo por personas con discapacidad. La propuesta contó con el beneplácito de todos los grupos parlamentarios, excepto VOX.

El consenso logrado es en sí edificante, instructivo y útil. También lo es que el gobierno que preside Pedro Sánchez pretenda que todos los partidos e instituciones del país se unan y coordinen para proteger a los menores de los efectos nocivos de la pornografía. El ejecutivo propone al respecto un pacto de estado, dado el impacto que tiene el consumo de porno en la conducta relacional de nuestros jóvenes. Hágase.

Aunque en el horizonte se percibe ya un ambiente preelectoral urge tejer acuerdos parlamentarios que vayan más allá de los rifirrafes de los últimos meses. Los ciudadanos ansían ver que sus políticos llegan a acuerdos en los grandes temas de país. En esta ocasión parece ser que incluso los correligionarios de Abascal están por la labor.

Pero no solo con mecanismos y filtros tecnológicos se va a dificultar el consumo de porno entre los menores. Urge también que las familias y los docentes se impliquen en el asunto. De ellos se espera una educación sexual acorde con los tiempos que corren. El stop al porno en menores es cosa de todos.