Los talleres de escritura creativa se consolidan en España gracias, sobre todo, a iniciativas privadas

Vintage colour engraving of a scene from Charles Dickens Master Humphrey's Clock. George Silverman's Explanation
Escena de 'El reloj del maestro Humphrey' de Charles Dickens.
Getty Images
Vintage colour engraving of a scene from Charles Dickens Master Humphrey's Clock. George Silverman's Explanation

Los talleres de escritura creativa se han multiplicado en España en los últimos años. Aparte de los talleres de autor impartidos por escritores, están las escuelas y los manuales que algunas de ellas editan. 

El taller de Clara Obligado, Fuentetaja, la Escuela de Escritores o la Piscifactoría de Gonzalo Escarpa en Madrid; el Club Renacimiento (Murcia), Aula de Escritores o Escola d'escriptura Ateneu (Barcelona); el Portal del escritor (Sevilla), la Escuela de Escritura Creativa (Alicante) y un largo etcétera aúnan propuestas presenciales y online (también existen iniciativas completamente online como Cursiva).

"Solo en Madrid, hay no menos de cinco empresas de talleres estables, numerosos talleres en librerías, un plan muy extenso de bibliotecas municipales y de la Comunidad de Madrid de talleres gratuitos, opciones online por doquier, universidades que acogen másteres de escritura, se podría decir que la popularización está muy presente", asegura Chema Álvarez, codirector de los talleres de escritura creativa Fuentetaja.

Portada del libro 'El gozo de escribir'.
Portada del libro 'El gozo de escribir'.
La liebre de marzo

Durante mucho tiempo, ha existido en España la creencia de que formarse como escritor en un curso no era necesario. "Todo se puede aprender, y a escribir, también. Aunque no estoy tan segura de que se pueda enseñar a ser escritor. Lo que sí se puede enseñar es a leer y a leerte, a encontrar tus puntos fuertes y las soluciones a los errores más evidentes", opina Clara Obligado, escritora de novelas, relatos y ensayos, y pionera con su taller.

Sin las interrupciones y los estímulos de lo digital, charlar sobre el proceso de creación era una práctica habitual. Virginia Woolf revela en sus diarios las conversaciones que mantenía con otros escritores; se aprende mucho de la charla que mantuvo sobre la estructura de Mrs Dolloway con su amigo escritor Lytton Strachey. 

Portada del libro 'Conversaciones sobre la escritura'.
Portada del libro 'Conversaciones sobre la escritura'.
ALPHA DECAY

"La gran mayoría de los escritores se han formado en grupos, o debatiendo con colegas. En España había una tradición muy individualista en ese sentido, pero siempre han existido las tertulias y los debates, que no son más que una forma anárquica del taller", opina Obligado, que hace tiempo dejó de contar cuántos creadores se han formado con ella. 

Asimismo, la escritora cuenta cómo empezaron estos talleres: "Cuando arranqué, había algo dirigido por José Donoso o Daniel Moyano, en todo caso, con esta forma, sí creo que fue uno de los primeros. Comencé a finales de los setenta, más o menos, y desde entonces ha pasado muchísima gente. Un día me di cuenta de que, por lo menos, había tenido unos 5.000 alumnos, y dejé de contar; me dio una especie de vértigo". 

En Escuela de escritores, donde se han formado más de 20.000 alumnos, practican la escritura, la lectura y el análisis textual. "En España estaba muy arraigada la visión romántica del escritor tocado por los dioses, que no tenía nada que aprender y que todo lo debía a su genio. Poco a poco, la escritura creativa se ha ido consolidando como una disciplina artística que se puede aprender", confirma Javier Sagarna, director de Escuela de escritores, nacida en 2003, pero cuyo germen se remonta al Taller de Escritura de Madrid de 1994. 

"El curso más solicitado es el de Iniciación a la Escritura Creativa, la puerta de entrada a la Escuela de Escritores. El Itinerario de Novela y los de Poesía tienen gran aceptación. El Máster de Narrativa, un curso avanzado y con un alto nivel de implicación e inversión, es un éxito y las 30 plazas que ofertamos cada año se agotan en pocos días", añade el escritor. 

Género Negro, Literatura Infantil y Juvenil o Fantástica y cursos orientados a guiar al alumno para acceder al mercado editorial al terminar un libro. "Empieza a haber demanda para cursos enfocados a otros soportes, como las redes sociales o los pódcast", explica Sagarna.

Portada del libro 'Escribir ficción. Guía práctica de la famosa Escuela de Escritores de Nueva York'.
Portada del libro 'Escribir ficción. Guía práctica de la famosa Escuela de Escritores de Nueva York'.
ALBA

Por Fuentetaja, el centro nacido en 1985 bajo el auspicio de la librera María Fuentetaja, han pasado más de 40.000 alumnos. "Las bellas artes, el cine o la música parecen inalcanzables sin didáctica. En literatura, quizá por la especificidad del oficio, tan solitario y a menudo ensimismado, da la impresión de que esa ayuda, de que esa formación pudiera ser innecesaria, cuando no perjudicial", opina Chema Álvarez, codirector de los talleres de escritura creativa de Fuentetaja.

No obstante, para Álvarez, algunos escritores prefieren no contar sus métodos: "Hay una resistencia a desvelar las técnicas. Tal vez por una falta de generosidad solo entendible a partir de cierta mecanización de la práctica por parte de los escritores consagrados o superventas. Esta resistencia sería proporcional a la escasa originalidad de los planteamientos y las ambiciones de los escritores del canon". 

Varios países latinoamericanos tienen una gran tradición de talleres y de talleristas, y en muchas universidades de EE.UU., escritores contemporáneos imparten clases de creative writing. En España, aparte de las asignaturas de narratología o análisis literario, pocos cursos (por no decir ninguno) se imparten de ese tipo en la Universidad (fuera de los másteres de escritura creativa que poco a poco van llegando a las universidades, casi todas, online). Quizá se deba al inmovilismo de la institución, a su poca permeabilidad de todo lo que venga de fuera de la Academia. 

"En EE.UU., los estudios universitarios equivalentes a nuestra filología española, incluyen creative writing y los workshops. La práctica creativa con el lenguaje forma parte de la formación. Formar a las personas en el conocimiento y uso creativo del lenguaje es una forma de apropiarse de la naturaleza de la comunicación, una forma política de no ser sometido por los discursos. En el continente latinoamericano, escritores consagrados dictan talleres a menudo en sus domicilios en los que comparten lecturas, técnicas, soluciones", explica Álvarez.

Portada del libro 'El arte de encender las palabras'.
Portada del libro 'El arte de encender las palabras'.
Barlin Libros

"En poesía, una de las artes más castigadas en los hábitos de lectura en España, pero curiosamente, uno de los géneros que más y que peor se enseñan en el colegio, también renace el interés. La poesía es un canto condensado hecho, en resumen, de ritmo y misterio. El misterio solo podemos merodearlo. Pero el ritmo es biológico, lo vivimos, y fenomenológico: podemos estudiar sus estructuras. En un taller se analizan esas estructuras", asegura Gonzalo Escarpa, escritor y fundador de la Piscifactoría.

De igual manera, el escritor continúa diciendo: "Personalmente, creo que se puede enseñar, además, a amar la poesía. La poesía es imprescindible, aunque no sepamos para qué. Ante la pregunta de si se puede estudiar poesía, me quedo con la respuesta de Alberto Juanes: no solo se puede. Se debe". 

Portada del libro 'Manual de escritura de literatura infantil y juvenil'.
Portada del libro 'Manual de escritura de literatura infantil y juvenil'.
Páginas de Esplima

"Hace 40 años, cuando empezamos, nadie sabía que era un taller de escritura y el género por excelencia objeto de la mayoría de los talleres, el relato breve, era una rara ave editorial. Los talleres hoy forman parte del ecosistema del libro en español", afirma Álvarez, de Fuentetaja.

También son, para muchos artistas, una manera de subsistir. "¿Se puede hablar de una burbuja de cursos de yoga, de academias de pintura o de canto lírico? Creo que no. Lo que sí es cierto es que los talleres son, también, una forma de vida para muchos escritores en un país en el que la ayuda a este arte es inexistente. ¿Es esto malo? Creo que no, más bien lo contrario, al menos que consideremos que morirse de hambre es inherente al oficio de escribir. Es malo si el profesor o la profesora no están preparados, si la propuesta es básicamente comercial, o si el alumno no tiene claro lo que está buscando", remata Clara Obligado. 

Libros recomendados: 
  • '​La práctica del relato, un manual de estilo literario para narradores', de Ángel Zapata. Ed. Fuentetaja. 
  • 'Introducción básica a la poesía (Crítica y estudios literarios)', de Francisco Torres Monreal. Ed. Cátedra.
  • 'Escribir ficción: Guía práctica de la famosa escuela de escritores', de Nueva York. Alba editorial.
  • 'Escribir Literatura Infantil y Juvenil: Manual de escritura', Chiki Fabregat. Escuela de Escritores y Páginas de espuma. (muy recomendables también los libros Escribir cuento y escribir novela, en la misma editorial y de la misma Escuela).
  • 'Conversaciones sobre la escritura', de Ursula K. Le Guin/Alpha Decay. 
  • 'Resistencia de materiales. Ensayos sobre el mundo y la poesía y el mundo (1998-2004)'. Jorge Riechmann, Montesinos editorial.
  • 'El arte de encender las palabras. La dimensión conmovedora de la poesía', de Berta García Faet. Editorial Barlin Libros. 
  • 'El gozo de escribir: el arte de la escritura creativa', de Natalie Goldberg. Editorial La liebre de marzo. 
  • 'La baba del caracol', de Chantal Maillard Vaso Roto.
  • 'Ensayos reunidos', de Raúl Zurita. Penguin Random House.
  • 'Tensión y sentido. Una introducción a la poesía contemporánea', de Mariano Peyrou. Taurus.
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