"Billetes de 500" para comprar cocaína, un viaje a Sudamérica y un trabajo por enchufe, los detalles más sórdidos del caso de los ERE

Llegada a la Audiencia Provincial de Juan Francisco Trujillo, exchófer del exdirector de Trabajo Francisco Javier Guerrero.
Llegada a la Audiencia Provincial de Juan Francisco Trujillo, exchófer del exdirector de Trabajo Francisco Javier Guerrero.
María José López/EP
Llegada a la Audiencia Provincial de Juan Francisco Trujillo, exchófer del exdirector de Trabajo Francisco Javier Guerrero.

El juicio por la pieza del caso de los ERE relativa a las ayudas concedidas al que fuera chófer del ex director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero, que se celebra estos días en la Audiencia de Sevilla, sigue revelando algunos de los detalles más sórdidos de esta macrocausa.

Después de que en la primera sesión del proceso el chófer, Juan Francisco Trujillo, ratificara que utilizó parte de los casi 1,5 millones de euros que recibió de las arcas de la Junta para la compra de droga y para "copas y fiestas", este miércoles le ha tocado el turno a un testigo que afirma que era "amigo desde pequeñito" de Guerrero, condenado ya en la pieza política y fallecido en 2020.

Según su declaración, Trujillo recurrió al él hasta en cuatro ocasiones para comprarle cocaína, a la que él mismo ha reconocido que era "adicto". El pago, ha dicho, se realizaba con "billetes de 500" euros. E, incluso, el exchófer le llegó a proponer en una ocasión que viajara con parte del dinero público a Sudamérica para comprar allí los estupefacientes, viaje que nunca realizó.

El testigo, cocinero de profesión, ha asegurado que cuando se quedó en paro acudió a Guerrero, que, por la "amistad" que les unía, facilitó su contratación en la consultora Vitalia Vida, empresa que elaboraba para la Junta de Andalucía las pólizas de seguro de rentas financiadas irregularmente en el caso de los ERE. Durante su etapa laboral en dicha entidad, ha afirmado el testigo, se dedicaba a "hacer el tonto", ya que no tenía "ni idea" del trabajo que desempeñaba la consultora, cuyo exdirectivo Antonio Albarracín figura también como acusado en este juicio.

Le dejaron "tirado"

También en la sesión de este miércoles ha declarado como testigo un agente de la Guardia Civil que participó en el registro policial del domicilio de Trujillo en diciembre de 2011 en busca de documentación sobre las ayudas concedidas por la Dirección General de Trabajo.

Sobre esto, el exchófer, para quien la Fiscalía pide 14 años de prisión, aseguró en ese momento que tal documentación no existía, ya que "no había expediente" alguno sobre las ayudas. Estas se concedían, dijo, "rellenando un folio o dos con lo que estimaban conveniente" y con eso "le pagaba" la Junta.

Además, el agente ha testificado que Trujillo, de forma sorpresiva, les dijo a los efectivos que estaban realizando el registro que iba a "contarlo todo" porque le "habían dejado tirado". Y añadió que parte del dinero de la ayuda recibida se lo dio "en mano" a Guerrero, al tiempo que, por petición de este, le compró "varios efectos, como material de telefonía, artículos de música, antigüedades y ropa".

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