Los Mossos d'Esquadra han acabado con una ocupación que impedía avanzar en mejoras en la estación de tren de Sant Feliu de Llobregat. Este martes por la mañana desalojaron a Andrea Messeguer, un joven activista que a finales del pasado junio la ocupó, con el objetivo de retrasar el derribo del histórico edificio, afectado por las obras de soterramiento de las vías. 

En un comunicado, Adif ha asegurado que, pese a las actuaciones para reducir el impacto en los plazos de ejecución de las obras, la ocupación ilegal de la estación ha encarecido y retrasado más de seis meses los trabajos. “Ha comprometido el desarrollo de las obras del proyecto de integración del ferrocarril en la ciudad”, señala el texto. 

En el momento del desalojo, que se hizo sin ningún incidente, el activista no se encontraba en el edificio. Andrea Messeguer ocupó el edificio de la estación la pasada verbena de Sant Joan. Desde el primer momento, recibió el apoyo de numerosos vecinos del municipio contrarios al derribo y de la Plataforma Salvem l'Estació. Esta, durante estos meses, ha organizado charlas y otros actos en el edificio.

A pesar de que el pasado septiembre tanto el Ayuntamiento de Sant Feliu como el Gobierno aseguraron que la ocupación no había afectado a las obras de soterramiento, ahora Adif ha apuntado lo contrario. Además de señalar que ha encarecido y retrasado los trabajos, asegura que ha provocado afectaciones a los usuarios de la línea R4 “por las limitaciones a la capacidad derivadas de las obras".

Con un presupuesto de más de 120 millones de euros, los trabajos de soterramiento de las vías en Sant Feliu empezaron hace más de dos años y prevén la construcción de una nueva estación (licitada por un importe de 17,7 millones de euros) y varias estaciones ferroviarias.

En cuanto al edificio de la estación, la más antigua de España junto con la de Cornellà de Llobregat y Sant Andreu Comtal, el Ayuntamiento conservará los elementos del edificio con valor histórico.