Decenas de personas se acercan voluntariamente desde este fin de semana a recoger los pellets que inundan diferentes puntos de la costa gallega y que este lunes también han llegado a las playas asturianas. Estas bolitas de plástico, que proceden de un contenedor que se cayó del buque Toconao a principios de diciembre en aguas portuguesas, fueron vistas por primera vez en la playa de Espiñeirido. En los últimos días, se han ido localizando en otros puntos de las Rías Baixas, Noia y Muxía.
Muchos ciudadanos, ante la falta de soluciones inmediatas de las administraciones, han decidido tomar la iniciativa y se han lanzado a los arenales a recoger estos microplásticos. "Fui por cuenta propia a la playa de Lariño a ver con mis propios ojos la magnitud del desastre y es una barbaridad", cuenta a 20minutos la bióloga Paula Vilaboy, conocida en redes sociales como Blondiemuser.
Se enteró de lo que estaba sucediendo por una amiga que le compartió las publicaciones de Instagram de la asociación Noia Limpa. De la misma forma tuvo conocimiento de este accidente Alberto G. Fernández, profesor de un instituto situado en el municipio de A Pobra do Caramiñal. En su caso, se acercó hasta la playa de Mexilloeira, en O Grove. "Quité granito a granito los microplásticos de la arena", explica a 20minutos.
Limpiando con coladores, guantes y agua
No hay mucha información a cerca de cómo recoger todos estos plásticos diminutos y su tamaño complica la limpieza de las playas. "Si quieres recoger los pellets, hay que usar guantes porque no hay fuentes oficiales de qué tipo de plástico es", puntualiza Vilaboy. Aunque algunos han optado por ir separándolos uno a uno a mano, otros voluntarios han usado sus propios trucos.
Tamices o coladores con poros de menos de 4 milímetros son algunos de los utensilios que se han utilizado para separar las bolas de la arena más fácilmente. "Así pasará la arena y el pellet se quedará en el recipiente", comenta la bióloga. Al usar este método, hay que tener en cuenta las algas o materia orgánica. "Esta materia debe quedarse en la playa", apunta.
También recomiendan utilizar un recogedor y el cepillo de una escoba. "Así puedes ir arrastrando superficialmente los pelletes y no te llevas tanta arena", explica Vilaboy, que no ha dejado de compartir su experiencia a través de su cuenta de Instagram.
Otros han apostado por cubos de agua, ya que el plástico flota. "La gente que optimizó el proceso están usando baldes de 10 litros con agua", explica Fernández. Los voluntarios cogían la arena con una pala y la echaban en los cubos con agua. "Como los pellets flotan, se recogen con un colador de la superficie", aclara.
El método del colador supuso alguna que otra complicación. Uno de los problemas a los que tuvieron que enfrentarse fue separar los pellets de las algas. "También flotan y se quedan en el colador", apunta Fernández. Además, el estado de la arena dificultaba el trabajo. "Si está mojada, vas a tener que extraer los pellets de una forma, si la arena está dura, de otra...", añade Vilaboy.
Cómo ayudar a difundir y limpiar las playas
Toda la ayuda que se pueda aportar es bienvenida. "Si no estás cerca de una playa, difunde este desastre en redes sociales para que llegue a todos lados", pide la bióloga. En el caso de los que puedan acercarse hasta algún arenal y se encuentren con los pellets, pueden mandar vídeos y fotos al 112 para notificarlo.
Los que quieran ir más allá y decidan recoger estos microplásticos, deben tener en cuenta algunos consejos antes de bajar a la playa. "Vete bien abrigado, vas a estar bastante tiempo tirado en la arena quieto separando los pellets, y lleva comida y agua para hidratarte", recuerda Vilaboy.
Alberto, además, está intentando que el colegio donde imparte clases se involucre activamente en estas limpiezas. "La playa que está cerca del instituto justamente no está afectada, entonces tenemos que tener en cuenta la logística del transporte", reconoce.
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