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Por qué matar a Saleh al Aruri, el número dos de Hamás, es el mayor éxito militar israelí en esta guerra y un duro golpe a los islamistas

Saleh al Arouri, asesinado por Israel.
Saleh al Arouri, asesinado por Israel.
Henar de Pedro
Saleh al Arouri, asesinado por Israel.

Israel asesinó este martes al jefe adjunto del Buró Político de Hamás, Saleh al Aruri, en un ataque con drones sobre una de las oficinas de la milicia palestina en Beirut (Líbano). Número dos del brazo político de Hamás, era una de las figuras más importantes de la jerarquía de Hamás.

De 57 años, también era conocido como Salih Muhammad Sulayman al Aruri y Salih Suleiman. Fue uno de los fundadores de las Brigadas Izzedine al-Qassam, el ala militar de Hamás. Es la figura de mayor rango de Hamás muerto en un ataque desde que Israel entró en guerra con el grupo terrorista después de su ataque del 7 de octubre.

Negociador y conseguidor de dinero

Al Aruri se unió a Hamás en 1987 y ayudó a establecer la presencia militar del grupo en la región de Cisjordania, uno de los territorios palestinos ocupados por Israel. Después, según la Casa Blanca, ayudó a financiar y dirigir las operaciones militares de Hamás en Cisjordania, mediante el contrabando de armas y el establecimiento de células durmientes. Entonces fue vinculado con varios atentados terroristas, raptos y secuestros.

Estuvo durante algún tiempo en cárceles israelíes, cumpliendo una condena. Tras su liberación, en 2011 fue uno de los negociadores de un acuerdo que supuso la puesta en libertad de más de mil presos palestinos a cambio de la liberación del soldado israelí Gilad Shalit. También formaba parte de delegaciones de Hamás. así, en marzo de 2012, se reunió con el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan y ese mismo año asistió a la visita del emir qatarí a la Franja de Gaza.

Imagen proporcionada por la Oficina de Relaciones con los Medios de Hezbolá que muestra al líder de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah (derecha), reuniéndose con el secretario general de la Yihad Islámica Palestina (PIJ), Ziyad al-Nakhalah (2-izq.), y el líder adjunto de Hamás, el jeque Saleh al-Arouri (L), en un lugar no revelado en Beirut, Líbano, el 25 de octubre de 2023.
Al Aruri con el líder de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah (derecha) y el secretario general de la Yihad Islámica Palestina, Ziyad al-Nakhalah, en Beirut, el 25 de octubre de 2023.
HEZBOLLAH MEDIA/ EFE

El 12 de junio de 2014 fueron secuestrados y asesinados tres adolescentes israelíes en Cisjordania, entre ellos el ciudadano israelí y estadounidense Naftali Fraenkel. Al Aruri anunció que el atentado terrorista era obra de Hamás y elogió públicamente los asesinatos, a los que denominó como "operación heroica".

Señalado como terrorista por EE UU

Fue considerado el orquestador de una serie de incidentes terroristas contra israelíes en 2015, entre ellos el tiroteo de Shvut Rachel de 2015 y el tiroteo contra Danny Gonen. Ese mismo año, el Departamento de Estado de EE UU le clasificó como Terrorista Global Especialmente Señalado.

Al tiempo, el Tesoro estadounidense le sancionó por ser "responsable... de transferencias de dinero para Hamás". Según su relato, Al Aruri dirigía y supervisaba "la distribución de las finanzas de Hamás". Lo describieron como "un financiador y facilitador financiero clave para las células militares de Hamás que planeaban atentados y fomentaban disturbios".

Saleh al-Arouri, en una imagen de archivo.
Al Aruri, en una imagen de archivo.
Europa Press

"Ha sido una figura clave en los esfuerzos de Hamás por rejuvenecer las redes terroristas del grupo en Cisjordania", asegura Matthew Levitt, del Washington Institute for Near East Policy. Según Levitt, Al Aruri envió fondos para llevar a cabo secuestros de israelíes con el objetivo de obtener rehenes para canjearlos por prisioneros de seguridad palestinos.

No sólo Israel había puesto precio a su cabeza. El programa de Recompensas por la Justicia del Gobierno de Estados Unidos ofrecía una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información sobre Al Aruri.

¿Verso suelto?

Desde Estambul, Al Aruri operaba con independencia del resto de la organización. Según algunos, fue un verso suelto y eso fomentó los problemas de liderazgo de Hamás. 

Tras verse obligado a abandonar Turquía en 2015, se trasladó a Qatar y después a Líbano. Allí se esforzó por estrechar los lazos entre Hamás y Hezbolá e Irán, que se habían resentido tras la ruptura de Hamás con el régimen de Assad en 2012, cuenta Levitt.

Desde octubre de 2017 era el segundo del Buró Político de Hamás. Era uno de los funcionarios de Hamás más estrechamente relacionados tanto con Irán como con Hezbolá, la milicia respaldada por Teherán y Beirut. 

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