Los vecinos de Batán y Campamento están un poco más cerca de ver cumplida la promesa de enterrar la A-5, una autopista que día tras día les saluda con tráfico, ruidos y contaminación. El soterramiento de los seis carriles que atraviesan sus barrios comenzará a licitarse a finales del mes de enero, cuando está previsto que se abra el plazo para presentar ofertas, según ha anunciado el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, en la rueda de prensa posterior a la última Junta de Gobierno del año.

El primer edil se ha aventurado a decir que "los vecinos del Paseo de Extremadura puedan ver que comienza la ejecución material de las obras a lo largo del último trimestre del año". Siempre que el procedimiento de contratación siga los plazos normales, ha matizado.

Las soluciones 'paliativas' de los vecinos a la espera del soterramiento de la A-5: radares, menos velocidad y semáforos

De seguir las fechas establecidas, los barrios del sur del Madrid verían como se pone fin a una reivindicación histórica por la que luchan desde hace 18 años, cuando el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón (PP) alumbró un proyecto que no consiguió llevarlo a cabo. Después lo intentaría sin éxito Manuela Carmena (Ahora Madrid); y ahora es el turno de Almeida, que no lo logró en su primera legislatura y quiere hacer del soterramiento uno de sus grandes legados al frente del consistorio municipal.

Así será el proyecto que cubrirá la A-5

El plan, susceptible de cambios para homogeneizarse con la Operación Campamento, contempla cubrir el tráfico de la A-5 desde Avenida de Portugal hasta la Avenida de los Poblados, abarcando más de 2,7 kilómetros metros de autovía, junto a más de un millón de metros cúbicos de movimiento de tierras. Además, se plantea un paseo de asfalto de 3,5 kilómetros rodeado de zonas verdes, reservadas para los viandantes, con áreas de descanso, carril bici y parques infantiles, lo que se conoce como Proyecto Paseo Verde del Suroeste.

La recreación virtual muestra la transformación que vivirá el entorno en los próximos años, donde se creará un pasillo verde sobre una losa gigante de hormigón. Bajo el túnel, circularán tres carriles por sentido, de los cuales cuatro se reservarán al vehículo privado y otros dos al transporte público, y sobre la superficie discurrirán otros dos (uno por sentido). Además, se reservará un carril por sentido al BUS-VAO, como el que entró en funcionamiento en A6 en el año 1991, con el objetivo de reducir la saturación de la vía.

Según las estimaciones del Área de Medio Ambiente y Movilidad, este soterramiento reducirá en más de un 90% las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y óxido de nitrógeno (NOX). Actualmente, se estima que circulan diariamente por la autopista del suroeste cerca de 150.000 vehículos.

Almeida y Sánchez condenados a entenderse

Desarrollar esta obra faraónica requiere de muchos recursos económicos, pues soterrar la A-5 costará unos 400 millones de euros, de los cuales el Ayuntamiento de Madrid aportará 7 millones, según queda recogido en los Presupuestos para 2024 aprobados el pasado viernes 22 de diciembre.

Buena parte de la cantidad total lo aportará el Ejecutivo central, por lo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y Almeida están condenados a entenderse si quieren hacer realidad uno de los mayores proyectos urbanísticos a nivel nacional. 

El reflejo de esta idea de acercamiento es la Operación Campamento, un plan para construir hasta 12.000 viviendas, donde el Ayuntamiento de Madrid y la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, mantuvieron una reunión este martes para seguir desbloqueando el proyecto. Ambos se comprometieron a acelerar los plazos y los trámites burocráticos que permitirán iniciar este proyecto urbanístico ubicado en el distrito de Latina.