Mariposas en el estómago, citas idílicas, una conexión inmediata e infinita... Son las aspiraciones amorosas a las que las películas románticas nos han acostumbrado desde siempre, pero que parecen haberse quedado en el pasado. Distintos especialistas en psicología aseguran a este medio que la fobia al compromiso está extendiéndose en la sociedad y que las relaciones románticas tradicionales han dado paso al amor líquido del que hablaba el sociólogo Zygmunt Bauman en 2003. Bauman acuñó este término para referirse a la falta de solidez en las relaciones de pareja. ¿Es el fin del amor 'para toda la vida'?
La psicóloga Jessica Prado explica a 20minutos que las emociones tienen la función "de enviar mensajes". En concreto, la función del miedo es advertirnos "de los peligros que nos amenazan" y hay personas que detectan en el compromiso "una amenaza muy peligrosa". Un estudio de eHarmony, una web de citas, determinó que las tres principales causas por las que aparece esta fobia son: la incertidumbre sobre si es "la persona adecuada", el miedo al sufrimiento tras una ruptura anterior y una falta de confianza en la capacidad de mantener una relación exitosa.
La terapeuta asegura que las personas que sufren este miedo se caracterizan "por la inmadurez emocional, el pesimismo respecto al futuro y la sensación de que comprometerse a largo plazo (casarse, irse a vivir juntos, tener hijos) es una pérdida de tiempo o les robará experiencias vitales". Por ello, tienden a 'auto sabotear' sus relaciones buscando excusas para convencerse de que la relación va mal o que "el amor por su pareja no es suficiente".
¿Por qué ha aumentado?
Prado declara que este miedo al compromiso, también conocido como 'filofobia', se está disparando porque se ha pasado de una sociedad tradicional que sufría pánico por "no comprometerse nunca" y en la que se educaba a los niños con el objetivo de "casarse y formar una familia", a una sociedad en la que esto es totalmente secundario y "se prioriza la vida laboral, las metas individuales y las aspiraciones propias".
Además, la concepción del amor en los últimos años "ha cambiado mucho". "Los divorcios, las rupturas y tener más de una pareja a lo largo de la vida hace unos años era muestra de promiscuidad o fracaso, por eso, algunas relaciones se alargaban en el tiempo aunque lo mejor habría sido cortar. Ahora esto no es así, por eso la gente tiene la 'mecha más corta' y soporta menos conflictos, pero esto no es necesariamente malo", asegura la experta.
"Las apps de citas tienden a crear inconformismo y hacen creer que existe alguien más perfecto que con quien ya estás"
Para la terapeuta, las principales culpables de esta fobia son las redes sociales y las apps de citas. "Estas plataformas ofrecen una amplia gama de 'personas disponibles', lo que provoca la sensación de que siempre vas a poder encontrar a alguien más compatible contigo que con quien ya estás. Por ello, cuando los individuos se enfrentan a disconformidades con sus parejas, aunque sean discusiones rutinarias o normales, tienden a romperlas en vez de intentar solucionarlas porque creen que hay algo 'mejor' esperándoles", explica Prado.
"Las personas tienden a exhibir en redes sociales únicamente la parte positiva de sus vidas y, por tanto, de las relaciones. Por ello, al comparar tu relación, con sus cosas buenas y malas, con la relación que siempre aparece feliz y enamorada, hace planes ideales y vive una vida perfecta piensas que mereces 'algo mejor o más intenso' y que tú o tu pareja no cumpliréis nunca estas expectativas", continúa.
"Las relaciones sanas no aparecen, se construyen con comunicación, sinceridad y muchas conversaciones incómodas"
Aun así, la especialista asegura que, "aunque se sufra miedo al compromiso, se pueden tener relaciones exitosas", pero requerirán de "mucha autoevaluación y comunicación". "No es negativo comunicarle a tu pareja que tienes dudas o necesitas ir más despacio. Las relaciones sanas no aparecen, se construyen con comunicación, sinceridad y muchas conversaciones incómodas", sigue Jessica Prado.
¿Es el fin de las relaciones convencionales?
Sin embargo, Prado no considera que estemos avanzando hacia una "sociedad eternamente soltera", sino hacia "el fin de las relaciones convencionales". Así que seguiremos estableciendo vínculos, pero estos van a ser "diferentes a los que estamos acostumbrados" y cada vez va a haber "menos monogamia y relaciones que duren toda la vida".
Asimismo, asegura que esto "no es negativo". "Este aumento de 'exigencias' o 'requisitos' provoca que las relaciones monógamas que duren mucho sea porque realmente tienen conexión y pilares sanos y fuertes. Es un avance positivo siempre que se establezcan límites claros, se practique la comunicación y se priorice la empatía", concluye.
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