Belén, la cuna de la Navidad, no encenderá este año sus luces con el fin de solidarizarse con el sufrimiento de los palestinos en Gaza. La ciudad ha cancelado todas las actividades festivas y sus tiendas, cafeterías y hoteles permanecerán cerrados, según ha informado EFE.
La ministra palestina de Turismo y Antigüedades, Rula Maayah, y el alcalde de Belén, Hana Hananiyeh, han inaugurado una exposición artística con el nombre "Natividad bajo los escombros". Las figura del Nacimiento se encuentran sobre un escenario lleno de escombros que simbolizan el dolor de los civiles palestinos durante la ofensiva.
"Este es un mensaje para todo el mundo que está celebrando la Navidad, pero no aquí en Belén, donde queremos recordar que Palestina sufre", ha explicado Maayah.
Todos los años, Belén celebra un tradicional desfile de bandas de música este 24 de diciembre para acompañar Patriarca Latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, en su camino a pie hasta Belén para oficiar misa. Sin embargo, en esta ocasión no habrá instrumentos ni color, sino que será un recorrido para rezar.
Khouloud Daibes, directora de la Fundación para el Desarrollo de Belén y ex ministra de Turismo de la Autoridad Palestina ha afirmado que están de "luto" en la ciudad. "No podemos celebrar mientras el pueblo palestino sufre masacres cada día", ha añadido.
Desde el inicio de la ofensiva israelí sobre la Franja, han muerto ya más de 20.000 personas, a las que se suman más de 200 víctimas mortales en Cisjordania por operaciones militares o ataques de colonos, según los balances elaborados por las autoridades locales.
A las afueras de Belén se encuentra el campo de refugiados de Dheisheh, el cual ha sufrido varios ataques en los últimos días, dejando más de una decena de heridos y detenidos.
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