Marcos García Montes, abogado de Daniel Sancho, señaló en Vamos a ver para narrar por qué han tardado tanto en encontrar un abogado tailandés que defienda los intereses de Daniel Sancho.
El letrado destacó que el primer abogado les ocultó que poseía el informe del caso e hizo a los españoles ir a buscarlo a la Corte, por lo que decidieron prescindir de él.
En el segundo intento, la defensa contaba con la filtración de la Policía tailandesa, que apuntó que el asesinato se había producido tras una pelea, por lo que, de esta manera, la base de la premeditación quedaba descartada. Sin embargo, el abogado insistió en que él solo defendería la petición de cadena perpetua para Sancho.
Finalmente, la defensa española consiguió encontrar a un abogado de oficio que se encargará de defender los intereses de Daniel Sancho siguiendo la estrategia de los españoles, que insisten en que no hubo premeditación y que la muerte de Arrieta fue un accidente. "Hay partido", señaló el letrado español.
Además, el abogado contó los tres hitos más destacados del caso de que él considera tres graves errores del mismo. De esta forma, el letrado considera que no todos los pasos de las autoridades han sido acertados.
Como primer fallo, cree que las filtraciones por parte de la policía a los medios han perjudicado a Daniel. "El día 21 de agosto, la policía filtra que ha habido una pelea y es cuando digo que se acabó la premeditación. Posteriormente, aparece el fiscal jefe de esa zona entrevistado por 'Equipo de Investigación' que dice lo de la pelea y apunta que vendrá a España cuando cumpla un tercio de la pena. En todo esto aparece ese personaje que es 'Big Joke', que parece que filtra a la prensa todo y nadie entiende que le lleven a cenar a un restaurante...".
Según contó García Montes, "el primer abogado" que tuvieron les "ocultó" que tenía copias del procedimiento y no aconsejó nada bien a Daniel. "El segundo, ni habló con nuestro cliente y salió de la primera reunión diciendo que iba a por la cadena perpetua", aseguró el letrado.
"Nosotros examinamos todas las pruebas del fiscal y está claro que no hay premeditación, solo un homicidio imprudente que sería condenado con ocho o diez años según el código penal de Tailandia", apuntó, como tercer punto de fricción con las autoridades tailandesas, Montes.
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