Los primeros Presupuestos de la Generalitat presidida por Carlos Mazón han salido adelante este miércoles tras más de seis horas de debate y según lo esperado, con 52 votos de los grupos que apoyan al Consell, PP y Vox, y en contra de 46 de la oposición que conforman PSPV y Compromís. Las Cuentas suben un 4,5% respecto a las últimas aprobadas por el Botànic de Ximo Puig, hasta alcanzar los 29.732 millones de euros. Eso sí, lo hacen, según el Ejecutivo autonómico, en medio de una "crítica" situación económico-financiera, con el pago de los intereses de la deuda disparado un 112% en solo un año, sin datos por parte del Gobierno central para afinar sus previsiones de ingresos y con dos decisiones que materializan sendas promesas electorales: por un lado, la rebaja fiscal y el blindaje de las políticas sociales, es decir, Sanidad, Educación y Servicios Sociales, y por otro, la "optimización" del sector público instrumental que ya empieza a reducir gasto político.

Mazón ha afirmado tras el pleno que el cambio "se pone en marcha ya desde el punto de vista de la ejecución presupuestaria" y ha destacado el gasto social. "A la vez, suprimimos el impuesto de la muerte, ponemos en marcha las deducciones a las rentas más bajas, bajamos un 25% el impuesto de la vivienda a los jóvenes, eliminamos gasto político y todo eso sin que el Gobierno de España nos haya dado una sola indicación o ayuda", ha añadido el jefe del Consell.

De hecho, la Conselleria de Sanidad, la que cuenta con mayor dotación, aumenta sus fondos en 246 millones de euros, hasta los 8.504 millones, lo que supone "el mayor presupuesto de la historia" de este departamento, según la Generalitat. El gasto de la cartera que dirige Marciano Gómez equivaldrá el próximo año al 37% del gasto real (el no financiero) de la Generalitat y verá reforzadas partidas como la nueva Dirección General de Atención Primaria, que contará con 730 millones de euros, lo que supone un tercio del total de recursos de atención sanitaria, o la de salud mental, que aumenta en 20 millones su dotación, hasta los 142 millones de euros.

En Educación, el aumento global es del 1,12%, hasta alcanzar los 6.871 millones de euros. La partida para la escuela concertada sube un 4,9%, hasta los 715 millones de euros, y también hay incrementos del 11% en formación del profesorado y del 10% en inclusión educativa. Además, se mantiene la promoción del valenciano y el multilingüismo, "pero sin imposición", según el Consell, con 19 millones de euros.

Por lo que se refiere a la vicepresidencia segunda, la de Servicios Sociales y Vivienda, crece en 25 millones de euros, hasta los 2.811. El área de atención primaria y dependencia aumenta un 13,6% y se crearán 1.200 nuevas plazas en residencias, mientras la Renta Valenciana de Inclusión aumenta un 0,6%, hasta los 288 millones de euros, y el área de Igualdad y de apoyo a las mujeres víctimas de violencia de género crece un 38%, al pasar de 26 a 36 millones de euros. Las principales caídas se dan en las consellerias de Medio Ambiente (-33,9%), Innovación (-15,6%), Hacienda (-14,8%) y Cultura (-5,1%).

Respecto a los ingresos, la reforma fiscal supondrá una reducción de 390 millones de euros para las arcas públicas autonómicas. Por el contrario, el Consell prevé reclamar el dinero por gasto sanitario de desplazados de otras comunidades (el Fondo de Garantía Asistencial) por 926 millones de euros y disminuirá de 4.174 a 3.851 millones de euros, un 7,74%, el gasto del sector público instrumental (empresas y organismos autónomos de la Generalitat).

Reacciones de los grupos políticos

Desde el PP, su síndic, Miguel Barrachina, defendió que son unas Cuentas realistas, con "récord de inversión" en Educación o en Sanidad y "menos chiringuitos". Además, destacó que se han aceptado 98 enmiendas presentadas por la oposición, "12 veces más en un año", algo que ligó con el "modelo de mano tendida" de Mazón. Por Vox, la diputada María Teresa Ramírez aseguró que con estos Presupuestos "empieza una nueva etapa de responsabilidad, rigor y, sobre todo, respeto con el dinero que aportan los valencianos, que pidieron austeridad en las urnas".

Entre la oposición, el síndic socialista, José Muñoz, insistió en que son "unos malos Presupuestos para la mayoría de valencianos", ya que considera que están diseñados para los más ricos. También cargó contra los "ingresos fantasma", augurando que supondrán recortes y una subida del déficit. Desde Compromís, su portavoz adjunta Aitana Mas coincidió en que es "contradictorio" que PP y Vox rechacen la subida de la deuda cuando estos Presupuestos, a su juicio, descuadran las cuentas de la Generalitat al "saltarse a la torera" el objetivo de déficit del 0,1%.